La necesidad en tiempos de pandemia es un incentivo a la innovación
El año 2020 pasará a la historia como el año en el que otra pandemia afectó a la humanidad, pero a diferencia de los anteriores su velocidad de difusión fue mucho mayor debido a las innumerables vías de rápida interconexión global. Su afectación no fue solo en el ámbito de la salud sino que provocó un impacto nunca visto en las cadenas de suministro globales, cuando la paralización de las fábricas en China tuvo un efecto en cadena por todo el mundo. Con las medidas de confinamiento de los ciudadanos ordenadas por las autoridades de casi todos los países afectados se provocó el auge de las plataformas digitales de videocomunicaciones y de teletrabajo. Y la pandemia también impactó en el desarrollo de innovaciones muchas de las cuales se orientaron a la solución de los problemas creados por la pandemia, como fueron los desarrollos rápidos de “respiradores de emergencia”, o un dispositivo de protección para sanitarios y médicos a precio asequible cuyos planos se distribuyeron de forma global bajo una licencia gratuita en Creative Commons. Estos son dos de los innumerables casos que se han dado que escenifican el dicho “la necesidad agudiza el ingenio” pero que también demuestran que las soluciones pueden tener alcance global con mayor rapidez.
Pero ¿en que puede haber afectado a la innovación esta pandemia?
Como consecuencia del impacto en el tejido económico de los cierres momentáneos o definitivos de muchas empresas las inversiones en innovación a corto plazo de las empresas que aún queden en el mercado pueden quedar momentáneamente paralizadas a la espera de ver cómo evoluciona la situación o bien dirigirse hacia la disminución de costes especialmente en los procesos.
En donde preveo un incremento sustancial de innovaciones es en el campo de las tecnologías digitales aplicadas a procesos empresariales. En muchas empresas la pandemia provocó una incorporación urgente de la digitalización determinados procesos especialmente los relacionados con el comercio electrónico. Pero eso de urgencia hizo que las decisiones fueran reactivas sin que hubiera una planificación y análisis de la decisión. Una vez estabilizada la economía las empresas deberían analizar cuáles deben ser las tecnologías que deben incorporar para tener una digitalización eficiente de sus procesos y de su modelos de negocio. Ahora bien de este tiempo en el que han estado digitalizados de forma ineficiente o con problemas estas empresas deberían recopilar todo aquello que les ha funcionado, aquello que no o lo que les ha generado problemas que antes no tenían para definirlo como funcionalidades de los nuevos sistemas que tendrían que incorporar.
Una de las tendencias que se ha puesto más de moda, si aún no lo estaba, es la de la innovación de los modelos de negocio sobre todo a raíz de los proyectos de emprendeduría de aquellas personas afectadas en sus trabajos por la pandemia que han de adaptarse a un nuevo entorno laboral y social en los que sus competencias y habilidades deben permitirle poder obtener los ingresos económicos que les permitan una vida digna para ellos y sus familias. Es en esta situación donde la necesidad de innovar para poder ofrecer unos productos o servicios diferenciales tienes un mayor potencial. Pero aquí no hay que innovar por innovar sino que lo que hemos de hacer es desarrollar aquellas soluciones de los problemas que ahora nos están solucionando o se están solucionando de forma inadecuada o a un coste/precio excesivo.
Una tendencia que creo qué va a incidir en la innovación de productos por parte de las empresas es el impacto sufrido por las tensiones en las cadenas de suministros durante el primer semestre del año qué les han hecho ver su dependencia crítica en determinados proveedores de la que no eran conscientes porque no tenían un sistema de análisis de riesgos de la cadena de suministro. Además los gobiernos de muchos países se han dado cuenta que las estrategias de deslocalización promovidas desde ciertos entornos los han convertido en gigantes con pies de barro por lo que van a promover la creación o mantenimiento de industrias que se consideren básicas o estratégicas, aunque esto sea algo que necesite de varios años. Ambos factores suponen una oportunidad para aquellos que quieran desarrollar innovaciones de producto con nuevas tecnologías que permitan la creación de empresas locales con una mayor rapidez que la relocalización de empresas con tecnologías más antiguas. Aquí hay que tener en cuenta qué algunas tecnologías deslocalizadas tienen un consumo energético elevado y unos requerimientos de protección medioambiental qué pueden tener un coste elevado para poderlos obtener en los procesos de fabricación.
Y no podemos obviar que la necesidad de innovar debe ir acompañada por una formación continuada en metodologías y modelos de innovación, en gestión de proyectos ágiles o en las nuevas tecnologías que se están aplicando en cualquier sector y mercado. Recordemos la frase: “Si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia”