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IoT en la Supply Chain

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En los últimos años, la sigla “IoT” ha estado invadiendo una infinidad de sitios web, diarios, revistas y anuncios publicitarios en cualquier medio. Veamos de qué se trata y cómo impacta en la cadena de suministros.

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IoT, por sus siglas en inglés de Internet of Things (Internet de las Cosas), se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos (cosas) con internet, creando redes que conectan el uso y los hábitos del consumidor. Este concepto no es nuevo, ya han pasado casi tiene 20 años desde su aparición, cuando lo propuso Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT en 1999.

Esta interconexión entre los objetos cotidianos, permite que “las cosas” interactúen entre sí y con las personas, reproduciendo usos habituales y transfiriendo información. Por ejemplo, el encendido automático de la calefacción de la casa unos minutos antes de la llegada del dueño, luego de un rastreo satelital de su automóvil saliendo del trabajo y pasando por las demoras del tránsito de camino hasta llegar al hogar. Pero también es una fuente de recopilación de datos, siguiendo con el ejemplo, para la fábrica de calefactores pues podría conocer cuál es la temperatura promedio de uso del usuario, en qué franjas horarias lo utiliza, cuál es el nivel de desgaste del equipo y cuándo es el momento de realizar un mantenimiento o un cambio del dispositivo.

La recopilación de datos de uso y consumo de los usuarios permitirá a las empresas adaptar la producción y el diseño de los productos a las exigencias del mercado. Un estudio de Cisco estima que para finales de 2020 estarán conectados a la internet unos 50 millones de dispositivos, que triplica los 15 millones que hay conectados en la actualidad.

Imaginemos lo siguiente: El refrigerador conectado con el almacén de la casa, con un control perfecto del stock de cada uno de los alimentos, los niveles de consumo, lead times y fechas de vencimiento, enviando una lista de compras a varios supermercados en función de las ofertas de la semana, indicando el horario del delivery en el que el dueño de casa estará allí para recibirlos de acuerdo con su agenda de trabajo y personal. Por otro lado, el supermercado sabrá exactamente los hábitos de consumo del cliente y tendrá un detalle de los productos en stock en su refrigerador, pudiendo calcular y gestionar sus propios inventarios, la disponibilidad de recursos para realizar la distribución y armar un pack de ofertas para la semana. Paralelamente, las empresas alimenticias podrán conocer perfectamente dónde se encuentra cada uno de sus productos (en la fábrica, en el transporte, en el supermercado, en el refrigerador del usuario, etc.), con las fechas de vencimiento, un control de cadena de frío, etc., etc.

Como se deduce, el campo de aplicación de la IoT es infinito e inevitable, pues es el siguiente paso en la evolución de la tecnología y las comunicaciones digitales. Así como los robots o la inteligencia artificial, la Internet de las Cosas es algo que llegó para quedarse. En el primer semestre del 2016, la firma 451 Research presentó un estudio indicando que el 65% de las empresas ya hacen uso diario de la Internet de las Cosas, principalmente aquellas que se dedican a las telecomunicaciones y a la vigilancia. Entre las empresas que mayor inversión destinan a este mercado aparecen Amazon, AT&T, IBM y Google, mientras que las pioneras en el desarrollo de tecnologías IoT son Cisco, General Electric y Verizon, según un informe de Business Insider.

Obviamente aún hay mucho por desarrollar, principalmente en el ámbito de la seguridad informática, pero sin dudas es una herramienta que ofrece muchos beneficios.

Como es habitual en mis post, os dejo la pregunta para reflexionar: ¿Tu empresa ya está pensando en la IoT para mejorar su supply chain management?

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