Filantropía financiera: construyendo una sociedad más justa
La filantropía, desde un punto de vista etimológico, es una palabra formada por dos raíces griegas: φίλος (filos, significa amigo) y άνθρωπος (ánthropos, ser humano), es decir, amor por la humanidad.
En este artículo vamos a abordar el concepto de filantropía financiera: qué es, cuál es su finalidad, y qué implica.
La filantropía financiera: qué es
Si la filantropía es financiera, la podríamos definir como acto de promover el bienestar humano y social a través de acciones altruistas, brindando apoyo o recursos a personas o causas benéficas a través de la donación de dinero para ayudar a los demás.
Finalidad de la filantropía financiera
La finalidad de la filantropía es conseguir abordar y aliviar diversas problemáticas sociales y promover el desarrollo de comunidades y colectivos en todo el mundo, con el propósito común de mejorar la sociedad.
Los filántropos financieros no sólo aportan recursos económicos, también pueden brindar su experiencia y conocimientos en la toma de decisiones estratégicas para maximizar el impacto de sus donaciones. Y ese impacto que tiene en la vida de muchas personas y comunidades es significativo.
La filantropía no implica necesariamente realizar inversiones a fondo perdido, sino que también es un tipo de filantropía financiera aquella que busca un retorno económico de la inversión a través de actuaciones o proyectos que busquen la mejora de problemas sociales o medioambientales.
Ejemplos de filantropía financiera son las donaciones a organizaciones sin ánimo de lucro, apoyo a proyectos sociales o financiación de investigaciones científicas o que mejoren la educación. Las iniciativas para combatir la pobreza, la desigualdad y la justicia social también son parte de su ADN.
¿Puede cualquiera ser filántropo?
Asimismo, es importante destacar que la filantropía no es un acto reservado solo para personas con patrimonios financieros elevados. Cualquier persona puede participar en acciones filantrópicas en función de sus posibilidades y recursos disponibles.
Los filántropos pueden participar activamente en proyectos y programas para lograr un impacto social positivo. Esto puede incluir el voluntariado, el asesoramiento estratégico, la promoción de cambios políticos o la creación de alianzas para abordar problemas sociales y ambientales. La filantropía se basa en la idea de que todos podemos marcar la diferencia y contribuir al bienestar de los demás.
5 tipos de filantropía financiera
La filantropía financiera implica que personas u organizaciones apoyen, desde un punto de vista principalmente económico, causas benéficas. A continuación citaré algunos tipos de filantropía financiera.
Donaciones económicas directas
Consisten en la aportación de dinero directamente a organizaciones sin fines de lucro o a proyectos específicos. Las donaciones pueden ser únicas o regulares y pueden destinarse a una amplia gama de causas, como la educación, la salud, el medio ambiente, la lucha contra la pobreza, entre otros. Su propósito es respaldar proyectos y programas que promuevan el bienestar social.
Fundaciones
Son organizaciones sin fines de lucro creadas con el propósito de proporcionar apoyo a causas benéficas.
Inversiones de impacto
Son aquellas inversiones que se realizan en proyectos que tengan un impacto social positivo. Buscan generar beneficios económicos, al mismo tiempo que contribuyen al desarrollo sostenible y la solución de problemas sociales.
Herencias
Algunas personas deciden que su labor filantrópica continúe después de su fallecimiento. Por ello, realizan una planificación patrimonial para hacer donaciones a organizaciones benéficas en su testamento.
Becas
Tienen como finalidad ayudar a estudiantes que quieran acceder a una educación superior y no tienen recursos económicos para ello. Las becas pueden cubrir los gastos de la matrícula, libros, materiales o alojamiento de los alumnos.
Beneficios de la filantropía para el donante
Como hemos visto, existe una amplia gama de actuaciones para poder realizar una labor filantrópica desde un punto de vista financiero. Cada filántropo elegirá el tipo de apoyo que mejor se adapte a sus valores, objetivos y recursos disponibles.
Pero la filantropía no genera únicamente beneficios en las personas, organizaciones o comunidades receptoras de las ayudas, sino que también producen una serie de impactos positivos para el donante. Podemos destacar los siguientes:
Satisfacción personal
Ayudar a los demás contribuye al bienestar social, pero también genera una profunda satisfacción personal y un sentido de propósito en la vida.
Creación de redes de apoyo común
La filantropía permite establecer relaciones con organizaciones benéficas, otros filántropos y personas interesadas en causas similares. Estas conexiones proporcionan oportunidades para colaboraciones, intercambio de ideas y apoyo mutuo en la búsqueda de objetivos comunes.
Beneficios fiscales
En muchos países los filántropos pueden recibir deducciones fiscales al realizar donaciones a organizaciones benéficas. Estos beneficios fiscales pueden incentivar a las personas a comprometerse más con la filantropía y aumentar su impacto.
Mejora de la reputación
Demostrar un compromiso con el bienestar social y ambiental fortalece la imagen pública y la responsabilidad social. Ello conlleva un impacto positivo en la generación de relaciones públicas, atracción de talento y fidelización de clientes.
En resumen, las actuaciones filantrópicas no quedan reducidas a personas u organizaciones con importantes recursos financieros. Cualquier persona puede comprometerse con la sociedad buscando con su actuación beneficios para la comunidad, bien a través de su trabajo, sus capacidades o sus aportaciones económicas. El impacto positivo de la filantropía recae sobre las personas o comunidades receptoras de las ayudas, pero generan beneficios duraderos también en los donantes. Estas actuaciones contribuyen a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y sostenible, que es el núcleo central de la filantropía.