El fraude financiero
Se ha realizado un cargo en su cuenta de x euros. Si usted no lo reconoce, por favor pinche en el siguiente enlace para devolverlo. Todos hemos recibido un mensaje similar a este en los últimos meses.
Seguir el enlace del mensaje podría implicar la suplantación de nuestra identidad para que el delincuente pueda obtener una ganancia ilícita accediendo a nuestros ahorros. Es uno de los tipos de fraude financiero.
¿Qué es fraude financiero?
El fraude financiero es aquella actividad ilegal en la que a través del engaño o la falsificación el delincuente provoca una pérdida patrimonial a su víctima. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no sólo logra obtener ese beneficio ilícito a través del robo de datos identificativos de los usuarios para suplantarlos.
También aparece este tipo de estafa en las inversiones que prometen unas generosas rentabilidades a cambio de la entrega de una suma de dinero inicial, procediendo esta información de entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar autorizadas para ello, o por un supuesto experto cuya formación e independencia no está acreditada.
¿Cómo evitar el fraude financiero?
Para prevenir el fraude financiero es importante estar alerta y tomar las medidas de seguridad adecuadas. Algunas de estas medidas incluyen crear unas contraseñas seguras y cambiarlas de forma regular, no compartir información financiera a través de medios poco seguros o verificar la autenticidad de los correos electrónicos.
Hay que desconfiar de cualquier propuesta de inversión recibida por correo electrónico o por teléfono y que nunca se haya solicitado. Las ofertas que realizan este tipo de estafadores son realmente tentadoras. Pero nunca hay que entregar dinero a un intermediario financiero que no esté inscrito en la CNMV, o en los registros del Banco de España o en los de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
Y, por supuesto, contrastar las informaciones que aparecen en redes sociales averiguando la fuente de la información. Este es el mejor medio para que los delincuentes accedan a sus víctimas, ya que muchos inversores buscan información y consejos para invertir sus ahorros.
Las redes sociales son un gran escaparate para que presuntos expertos financieros expongan sus productos y carteras con altas rentabilidades. Es cierto que seguir a determinados perfiles puede ayudar a conseguir una información válida y beneficiosa para los inversores, pero también genera una vía de entrada para que los estafadores puedan obtener información y ganancias.
Tipos de fraude financiero
A raíz de la pandemia de la Covid-19, la digitalización ha irrumpido con fuerza en nuestras vidas. Una consecuencia de ello son las carencias de formación y de información del mundo digital que nos hace vulnerables. Los ciberdelincuentes saben aprovechar tanto nuestro desconocimiento como nuestros despistes.
Phising, Smishing o Vishing son aquellos términos que utilizamos para referirnos a las técnicas que los estafadores usan para acceder a nuestros datos y causarnos un perjuicio patrimonial. En ellos se hace referencia a la obtención de la información a través del correo electrónico, o de un SMS o mediante una llamada telefónica. Un claro ejemplo es el que encabeza este blog.
Pero no son los únicos fraudes financieros. Lo cierto es que son innumerables, pero todos ellos conllevan una pérdida de nuestro patrimonio mediante el engaño. Otro fraude muy común es aquel en el que se capta la atención de la víctima con la promesa de unas rentabilidades muy superiores a la media ofertada por el mercado, con unos riesgos bajos y controlados.
La labor del estafador es la de convencer a un importante número de inversores para que aporten fondos para ser invertidos en el negocio propuesto. Pero en realidad el dinero que va entrando no se invierte. Se utiliza todo o una parte para pagar beneficios a los primeros clientes que servirán de señuelo involuntario para nuevas captaciones. Es la denominada estafa piramidal.
Otro tipo de fraude financiero se da por la proliferación de criptoactivos. El fraude aquí puede aparecer por varias vías:
Por tratarse de criptoactivos falsos.
Por no poder rescatar el dinero del monedero digital donde están depositados dichos activos.
También por una publicidad engañosa que no advierte de la elevadísima volatilidad de este tipo de activos, que pueden suponer la pérdida total de los ahorros del inversor.
¿Qué hacer si soy víctima de fraude financiero?
Lo primero es denunciar y avisar a tu banco. Si ya se ha hecho efectiva la entrega del dinero, debes saber que es muy complicado recuperarlo.
El seguimiento de los ciberdelincuentes es arduo y complejo. Por ello, la mejor arma que tenemos para evitar ser una víctima de fraude financiero es estar atento y alerta a las señales que nos hagan desconfiar cuando veamos una operación sospechosa.
Tanto si se recupera el dinero, como si no se consigue, es muy importante poner los hechos en conocimiento de la Policía o la Guardia Civil, así como de la CNMV, para que puedan difundir las advertencias pertinentes para evitar que en el futuro otros inversores puedan ser también estafados.