Del absentismo al presentismo
Desde el inicio de las relaciones laborales siempre ha existido el absentismo laboral en las empresas, que consiste en la práctica habitual de no acudir a tu puesto de trabajo para cumplir con tus obligaciones como trabajador.
Existe el absentismo justificado (baja por enfermedad, maternidad, permisos vinculados con alguna actividad sindical…) o injustificado (gestiones personales, cuidado de familiares sin previo aviso, ausentarse para fumar, retrasos injustificados…)
El absentismo se puede controlar a través de varios medios, por ejemplo mediante comprobante de baja médica, justificante por parte del médico para hacer reposo, sistema de fichajes y otras medidas de control presencial.
También el absentismo se puede controlar a través de su coste, tanto justificado como injustificado, puede tener una reducción de coste directo parcial o total; tales como, al estar un trabajador o una trabajadora de baja por enfermedad común, accidente de trabajo o maternidad, la empresa se deduce parte del coste laboral o el total de los días correspondientes de baja. Por otro lado hay bonificaciones por contratar a trabajadores que puedan sustituir a los ausentes por enfermedad o por alguna otra contingencia similar.
Con esta breve introducción, podemos argumentar que el absentismo laboral justificado no tiene una gran repercusión en el coste laboral directo; quizás si en la producción si no se encuentra un sustituto adecuado.
Respecto al absentismo injustificado, también es factible combatirlo tal y como hemos comentado anteriormente, y el coste laboral directo puede ser compensado descontando, al trabajador, los días de ausencia no justificada. Y en el supuesto de que se reitere la situación, es causa de despido disciplinario.
En definitiva, se podría argumentar que el absentismo laboral tiene un cierto control de presencia y reducción de coste. Cabe insistir que a efectos de producción no es factible, por tener que invertir tiempo en enseñar a un posible sustituto.
Si pasamos a analizar el presentismo podemos decir que es una nueva actitud que se agravó en tiempo de crisis, puesto que el hecho de no ir a trabajar está mal visto.
Es la solución que han adoptado muchos empleados, que aunque estén mal, van al trabajo aparentando que trabajan pero en realidad no rinden ni producen, al tener la mente dispersa por depresión, estrés, mal estar, ansiedad o agotamiento.
Los trabajadores que se escudan en esta situación, se pasan toda la jornada laboral navegando por internet, conectados al Facebook, al twitter, al watshapp y a otras aplicaciones que mueven las redes sociales. Antes ya existía esta postura de los trabajadores en las empresas, en la que leían el periódico o un libro, hacían llamadas personales, hacían largas conversaciones tomando el café; la diferencia con el presente es que no era por el mismo motivo, que es el temor a perder el trabajo.
El presentismo es más difícil de controlar por parte de la empresa, y supone un coste adicional sin producción ni rendimiento por parte del empleado.
Por tanto hoy en dia en el mundo laboral, sigue existiendo el absentismo y al mismo tiempo se agudiza el presentismo, debido al miedo a perder el trabajo apoyado por una alarma social que está en aumento.
La finalidad de la empresa es desarrollar herramientas y métodos para frenar el presentismo, y disminuir el absentismo utilizando todos los recursos que pueda tener el empresario.
Con todo lo expuesto pregunto ¿Qué afecta más a las Compañías el absentismo o el presentismo? ¿O el presentismo es una evolución del absentismo?