¿Cuáles son las características del contrato de suministro mercantil?
Como su propio nombre lo indica, el contrato de suministro mercantil es aquel en que se estipula que una de las partes proporcionará un bien material o servicio a la otra a cambio de una prestación o pago. Es una de las relaciones más habituales tanto en la microeconomía como en la economía a gran escala.
La función de este documento es formalizar las directrices de dicha relación, es decir, fijar los términos y condiciones para el intercambio comercial entre las partes.
Entre los puntos más importantes que se incluyen en un contrato de suministro comercial están el precio del producto o servicio, las fechas y plazos de entrega, los montos correspondientes al pago y la periodicidad del suministro.
Características del contrato de suministro comercial
El contrato de suministro comercial se sustenta en la idea de que existe alguien que puede proveer a otros agentes comerciales algo que éstos demandan. Es decir, hay una relación de necesidad-satisfacción.
Por ejemplo, una fábrica productora de refrescos y zumos necesita cierto número de proveedores que le suministren implementos básicos para elaborar sus productos: los colorantes, los componentes nutricionales, los envases plásticos, etc. En este caso, se trata del suministro de materias primas o elementos complementarios.
Para profundizar más en la figura del contrato de suministro comercial, veamos algunas de sus principales características:
- Es bilateral: participan dos agentes comerciales: el que ofrece el producto o servicio y el que lo demanda y paga por adquirirlo. No puede existir un tercer agente; si así fuese, la empresa proveedora tendría que elaborar un contrato para cada uno de sus clientes.
- Se establece a través de consenso: todo lo estipulado en el contrato debe ser producto del consenso entre ambas partes. Ninguna de las dos impondrá las condiciones que más le favorezcan en perjuicio del bienestar de la otra. Es, en términos prácticos, una negociación.
- De trato sucesivo: por lo general, los contratos de suministro comercial no contemplan el aporte de un solo producto o servicio. La relación es más bien a largo o medio plazo y con entregas sucesivas del bien o servicio.
- Está regulado por la legislación vigente: aunque ambas partes fijan las condiciones que más les convienen, no pueden obviar el marco legislativo en el que se realice la negociación. Si es de carácter nacional, serán las leyes de cada país las que regulen este tipo de documentos y su aplicación; si, por el contrario, es de alcance internacional, el contrato deberá regirse por la legislación vigente en un espectro más amplio, como sucede con un buen número de contratos que se firman en el contexto de la Unión Europea.
- Es oneroso: los bienes y servicios que se suministran no son gratuitos; tienen un precio que debe estar estipulado de forma clara y consensuada.
El contrato de suministro comercial es básicamente un contrato de colaboración, pues cada una de las partes ayuda a la otra a desarrollar su actividad comercial; es decir, quien provee el producto o servicio ayuda a que la otra parte complete su proceso productivo; a su vez, quien paga por ello contribuye a la fabricación de materias primas.