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Conoce la motivación intrínseca y sus principales características

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La motivación es aquello que nos impulsa a realizar actos o a tomar decisiones en el día a día. De hecho, es un elemento que precede a las acciones que ejecutamos y que, por eso mismo, en cierta forma las condicionan.

Dicha motivación suele provenir de aspectos externos. Por ejemplo, un objetivo que nos tracemos, un logro a corto o mediano plazo o una retribución que justifique aquello que ponemos en marcha. Los estímulos exteriores agitan nuestra voluntad y nos impulsan a actuar de una u otra manera. Estos estímulos se engloban dentro de una categoría llamada motivación extrínseca, la cual funciona en muchos casos como el detonante o leitmotiv de nuestras decisiones.

Motivación intrínseca. ¿Qué es y cómo identificarla?

¿Qué pasa, sin embargo, cuando esa motivación no proviene de factores externos sino, por el contrario, de otros de tipo interno? Es decir, ¿qué sucede si es la propia persona la que genera el estímulo para ejecutar una acción? Cuando eso pasa, estamos ante lo que la psicología denomina motivación intrínseca, es decir, aquella conducta que trae en sí misma el incentivo. El ejemplo clásico lo vemos en los hobbies, que son actividades que las personas realizan sin esperar retribuciones o resultados. El placer del hobbie es el mismo hobbie. Otras veces sucede que, tras un estímulo externo, las personas emprenden una acción que luego deben reforzar con un estímulo interno. O dicho en otras palabras, llevan a cabo tareas cuya ejecución acaba por seducir lo suficiente como para mantener vivo el interés. Esto también se considera motivación intrínseca. En cualquier de los dos casos, existen 4 características que nos ayudan a comprender mejor el concepto de motivación intrínseca:

a) Autodeterminación: es la capacidad individual para gestionar el camino de vida. Implica, a su vez, dos elementos: por un lado, la capacidad de decisión en torno a aspectos cruciales; por otro, el establecimiento de metas y planes que permitan una proyección de la persona en todos sus aspectos.

b) Competencia: son aquellas capacidades, habilidades, talentos, destrezas y conocimientos con los que cuenta cada individuo para llevar a cabo su proyecto personal. Las competencias nos definen como sujetos y nos diferencian del resto de las personas con las que convivimos.

c) Interrelación: aun cuando la motivación intrínseca es labor de cada persona, las relaciones interpersonales siguen siendo fundamentales para que cada uno decida cuáles son sus intereses. El reflejo en los otros es necesario, pues de una forma u otra éstos también nos definen como individuos.

d) Curiosidad: es la condición innata de las personas para el conocimiento. La curiosidad es un motivo en sí mismo que debe ser orientado en función de las metas de cada individuo. Si nuestros intereses son distintos, probablemente es porque nuestra curiosidad también lo es. A través de ésta, además, podemos buscar respuestas sin recibir estímulos exteriores.

Algunas características de la motivación intrínseca

  • Responde a factores como el placer, el orgullo o la realización personal.
  • Es voluntaria y no necesita de la estimulación forzosa.
  • No persigue ninguna retribución.
  • Busca la autonomía, las metas personales y el entusiasmo.
  • Sus exponentes son personas más solidarias y cooperativas.
  • No fomenta la competencia ni el afán de resultados.