amenazas de una empresa

Cómo identificar todos los tipos de amenazas para una empresa

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Identificar todos los tipos de amenazas de una empresa es una labor de suma importancia. De ello depende no solo la implementación eficaz de soluciones, sino sobre todo factores como la operatividad, la rentabilidad, la sostenibilidad a largo plazo y la calidad del producto o servicio que se ofrezca a los consumidores.

Sin embargo, ¿cómo identificar dichas amenazas? No siempre es fácil saber cuándo estamos ante un factor de riesgo o cuándo se trata de un elemento de tipo circunstancial o pasajero. Hoy queremos hablarte de ello y animarte a que te formes con el Global MBA para convertirte en un experto en implementación y gestión de estrategias transversales y competitivas, ayudándote a desarrollar, al mismo tiempo, habilidades directivas. 

¿Cómo se definen los tipos de amenazas empresariales en DAFO?

Comencemos por el principio, es decir, por la definición del concepto. Las amenazas de una empresa no solo están relacionadas con el resto de marcas rivales que operan en un mismo mercado, sino que se trata de una categoría que engloba otros factores.

Por ejemplo, en términos generales, los diferentes tipos de amenaza son situaciones adversas, circunstancias desfavorables para la operatividad o elementos concretos que ponen en riesgo la buena marcha de las empresas. Por lo tanto, debemos destacar dos: la amenaza interna y la amenaza externa. Identificarlas permitirá tomar acción de una manera eficaz y adecuada para poder hacerles frente de la mejor forma posible. 

No obstante, en este punto del texto es importante introducir un matiz: a diferencia de las debilidades, las amenazas de una empresa en DAFO provienen del exterior, es decir, no son consecuencia directa de las decisiones o la gestión propia de cada compañía.

Cómo identificar una amenaza empresarial

En gran parte ya te hemos respondido esta pregunta, pero conviene que quede clara la diferencia entre lo que son los tipos de amenazas de una empresa y los factores circunstanciales o puntuales que eventualmente pueden suponer riesgos menores.

Precisamente, el factor diferencial entre ambos elementos es que mientras este tipo de factores no ponen en entredicho la operatividad plena de un negocio, pues su impacto es limitado y se puede contrarrestar con medidas puntuales e inmediatas, las amenazas de una empresa tienen un carácter más complejo.

O, dicho de otro modo, hay un antes y un después de las amenazas. La empresa en su totalidad, o al menos una buena parte de ella, debe desplegar una estrategia para hacer frente a este tipo de factores. Es lo que se llama plan de contingencia.

Existen diversas maneras de hacerlo: controlando la amenaza antes de que esta actúe, contrarrestando su acción de forma paralela o, en último caso, reconvirtiéndolos o mitigando los efectos que haya generado mientras estuvo activa.

En la manera en la que te enfrentas a las amenazas de tu empresa puede estar el secreto para el posicionamiento de esta en el mercado, así como la eficacia en términos de calidad de los productos, rentabilidad, financiación y sostenibilidad.

Tipos de amenazas empresariales

Ahora profundizaremos en los tipos de amenazas empresariales que existen, diferenciando claramente la amenaza externa de la amenaza interna.

Amenaza externa

Como ya mencionamos anteriormente, una amenaza externa es aquella que proviene del exterior y, por lo tanto, la empresa debe protegerse de ella para que no tenga un impacto negativo. Un ejemplo de amenaza externa pueden ser los ataques de malware que tanto problemas y consecuencias tienen. Pero, veamos algunos más.

Ejemplos de amenazas externas de una empresa

Repasemos algunos ejemplos de las amenazas de una empresa más conocidas:

  • Ingreso al mercado de nuevas marcas potencialmente competidoras.
  • Desarrollo de productos o servicios innovadores.
  • Cambios legales o variaciones en las regulaciones impositivas.
  • Decrecimiento del mercado en el que se opera.
  • Crecimiento ralentizado del escenario comercial.
  • Crisis económicas de gran alcance.
  • Cambios en las tendencias del consumo, generalmente repentinos.
  • Transformaciones demográficas adversas.
  • Modificaciones en las tasas de cambio de las divisas en las que se opera.

Amenaza interna

¿Qué es una amenaza interna? En este caso hablamos de aquella que proviene del interior de la organización y que es la más difícil de identificar. Un empleado que esté realizando mala praxis –lo que va en contra de los intereses de la empresa– o una debilidad en el liderazgo son algunos ejemplos que puedes tener en cuenta. 

Lista de posibles amenazas internas a una empresa

Esta es una breve lista sobre algunas posibles amenazas internas para una empresa:

  • Empleados que roban datos y filtran información.
  • Trabajadores que cometen errores que implican perder activos.
  • Un ambiente de trabajo tóxico que genera conflictos.
  • Falta de innovación que favorece el quedarse atrás de los competidores.
  • Fuga de talento debido a condiciones laborales poco atractivas.
  • Tomar malas decisiones, lo que desvía a la empresa de sus objetivos.
  • Falta de comunicación entre los departamentos, lo que genera caos.

Conocer los tipos de amenazas que existen y prestarles atención para solucionarlas es vital. Tanto una amenaza interna como una amenaza externa puede poner en riesgo la continuidad de una empresa, generando problemas muy graves. Por lo tanto, formarse en gestión de estrategia empresarial y desarrollar habilidades directivas es fundamental.