Certificado de calidad y su importancia en la empresa
La competitividad de un negocio depende de muchos factores, pero entre ellos nunca falta la calidad del servicio, del producto, de la atención al cliente, etc. Quizá por ello en los últimos años el certificado de calidad se ha hecho tan popular.
¿Qué es el certificado de calidad?
Es un reconocimiento otorgado por una entidad acreditada y en virtud del cual se reconoce públicamente que una empresa cumple con la normativa vigente y los estándares de calidad establecidos en un determinado área, por ejemplo en la elaboración de sus productos.
El certificado de calidad por excelencia es el ISO, una red que integrada los institutos de normalización de más de 150 países. En estos casos el certificado ISO va siempre seguido de una numeración que nos indica el producto o servicio que se está calificando.
Pero existen otros organismos cuyos certificados tienen también un gran reconocimiento social. Es el caso de los otorgados por AENOR, la Asociación Española de Normalización y Certificación.
¿Es obligatorio tener un certificado de calidad?
En realidad no. Lo que es imprescindible es que en todos los procesos empresariales se sigan las normas legales aplicables en cada caso. De hecho, si no se hace así pueden imponerse sanciones que podrían dar lugar incluso al cierre de la empresa en los casos más graves.
La obtención del certificado de calidad es algo voluntario. A través de él la empresa quiere demostrar que no solo cumple la legalidad, sino que además todos sus procesos tienen la máxima excelencia.
Y la excelencia se mide al detalle en estos casos. Cada vez que una empresa decide entrar en un proceso para obtener un determinado certificado que acredite su calidad en un área concreta, se abre para ella un período de controles exhaustivos, presentación de informes, visitas a sus instalaciones por parte de los expertos y todo tipo de gestiones administrativas.
¿Por qué interesa obtener un certificado de calidad?
Si el proceso no es ni corto ni sencillo, ¿para qué quieren las empresas este tipo de certificados no siendo los mismos obligatorios? Por una sencilla razón: imagen de marca.
Aunque no sepan exactamente qué son, los consumidores perciben los certificados de calidad como una garantía de que la empresa es buena en lo que hace. Esto mejora la idea que tienen de la misma y hace que estén más dispuestos a adquirir sus productos o servicios.
Hay certificados de calidad en procesos productivos, de calidad medioambiental, en seguridad y salud laboral y en muchas más variables. Pero todos ellos generan el efecto inmediato de reforzar positivamente la imagen de la marca. De ahí que las empresa que han obtenido los certificados de calidad los luzcan orgullosas en su web, su publicidad y todas sus comunicaciones.
Es cierto que obtener una certificación de este tipo no es barato, ya que al gasto de los estudios y análisis que hay que presentar se suma el gasto en un especialista que ayude a implantar sistemas de calidad que sean merecedores de ese sello de excelencia. Pero debido a sus múltiples beneficios, no se trata realmente de un gasto sino de una inversión que mejorará las ventas.
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