Cambio digital: el último gran desafío para el Project Management
La tecnología y sus avances son la causa del cambio digital. Son algunos de los motivos que permiten iniciar proyectos de innovación, que hacen que las empresas se replanteen sus procesos, su estructura e incluso sus metas y que consiguen que disminuya la aversión al riesgo incluso en las organizaciones más tradicionales.
Impulsores del cambio digital
Sin embargo, no sólo las nuevas herramientas, dispositivos y entornos hacen posible el cambio digital. El aumento de la digitalización está impulsado por distintas fuerzas, que actúan al unísono:
- La automatización de procesos y negocios, que es sólo el primer paso hacia la evolución a un nuevo modelo empresarial.
-El aumento de la demanda de una mejor gestión de la información por parte de los usuarios de negocio, que quieren un acceso más autónomo, rápido y de mejor calidad a la inteligencia empresarial, los grandes datos y las aplicaciones con que interactúan en su día a día.
- El cambio de comportamiento de los clientes, que se han sofisticado y aumentan su nivel de exigencia; y los competidores, os de siempre y los que aparecen de forma disruptiva, la nueva competencia digital.
- La necesidad de innovación, para garantizar la sostenibilidad del negocio, para luchar contra la amenaza disruptiva y para poder desarrollar todo el potencial interno, que va en aumento a medida que se desarrollan las capacidades digitales.
Cómo se enfrenta un Project Manager al cambio digital
Estos impulsores del cambio digital están transformando la estructura interna de las organizaciones, a la vez que hacen que sea necesario replantearse algunos principios de la gestión de proyectos tradicional, cuando se trata de poner en marcha iniciativas orientadas a la innovación. Así, un Project Manager que se enfrenta a una iniciativa de este tipo, deberá tener en cuenta que una parte importante de su labor tendrá que centrarse en superar obstáculos como:
- Cultura empresarial rígida: hace falta adaptarse al cambio digital y, para eso, el Director de Proyecto tendrá que fomentar la experimentación y poner los medios para ello.
- Elevado ritmo de cambio: es cierto que, debido a que algunos sectores ya se encuentran muy adelantados en su digitalización, como es el caso de las telecomunicaciones o la tecnología, la aceleración puede suponer una barrera de entrada. El papel del líder digital en este caso será tomar la decisión de iniciar el proceso y definir una estrategia puesto que, cuanto más se retrase, más complicado será alcanzar el nivel adecuado.
- Falta de capacidades digitales: la formación y cualificación de la fuerza de trabajo es un ingrediente necesario en cualquier proyecto de innovación aunque, en la práctica, como esta medida está más orientada al medio y largo plazo, puede resultar necesario recurrir al outsourcing para poder beneficiarse de inmediato del nivel de conocimientos y experiencia que se requieren.
- Coste elevado: uno de los frenos más habituales es el relacionado con la aprobación del presupuesto para una iniciativa de cambio digital. Siempre que la tecnología forma una parte activa de la ecuación las cifras parecen aumentar y, sin embargo, en este caso, el líder deberá justificar el gasto mediante el cálculo del ROI y apoyar su argumento con el coste de no innovar, que puede resultar mucho más dañino para la organización.