Cadena crítica: Método para gestionar los proyectos con mayor rapidez y menos recursos
CCPM (Critical Chain Project Management) o cadena crítica es un método de gestión de proyectos que se basa en el análisis aplicado a la etapa de planificación. A diferencia de otras técnicas empleadas en la administración de proyectos, como Gantt o Pert / CPM, que llevan utilizándose desde antes de la década de los sesenta, esta metodología, la de la cadena crítica, es relativamente joven.
Eliyahu M. Goldratt publicó en 1997 su obra más conocida, "Critical chain", donde se expone en qué consiste este método, basado en la teoría de las limitaciones. Su conocimiento en la materia le permitió desarrollar los algoritmos necesarios para garantizar proyectos finalizados en la mitad de tiempo y con una economía de, en ocasiones, un 50% menos de recursos utilizados.
El origen de los proyectos fuera de plazo
Goldratt descubrió que es bastante habitual el hecho de que los proyectos se alarguen hasta su plazo máximo. Ello provoca que sea más plausible el sufrir retrasos ocasionados por otras circunstancias cuyo origen está fuera del control del project manager.
Observando los patrones que se repiten, llegó a la conclusión de que el origen de los retrasos en cualquier proyecto proviene de:
El síndrome del estudiante: que provoca que el inicio de cada actividad se vaya postergando hasta el último momento, causando el que los resultados no puedan obtenerse hasta alcanzar el plazo máximo fijado para cada tarea o, en el peor de los casos, que lleguen con retraso.
La Ley de Parkinson: que prueba que por norma general, el trabajo se expande hasta cubrir todo el tiempo asignado para su consecución.
Ambas circunstancias tienen graves consecuencias para un proyecto y dificultan su gestión ya que:
- Son la causa de retrasos.
- Implican el sobrecoste y un aumento en el uso de recursos disponibles.
- Pueden afectar al buen curso de otras actividades dentro del planning, especialmente cuando existen dependencias entre ellas.
La solución es aplicar el método de la cadena crítica, que define el plazo mínimo en que un proyecto puede terminarse e impone las restricciones que consiguen forzar a no perder alineación con esa secuencia de actividades de menor duración. De esta forma se consigue superar los obstáculos más habituales que pueden terminar abocando un proyecto al fracaso.
Las principales variables a controlar en un proyecto quedan cubiertas por el método de la cadena crítica.
- Alcance: implica el control de cada actividad considerada crítica.
- Trabajo: se resume en el análisis del tiempo necesario para garantizar la ejecución de cada actividad.
- Costes: haciendo especial hincapié en la acumulación de gasto.
- Calidad: basada en el seguimiento continuo que detecte a tiempo cualquier desviación.
- Riesgo: minimizarlo requiere de un control que la aplicación de esta metodología proporciona.
- Calendario de eventos: monitorizar su materialización de acuerdo al planning aportará indicios sobre el ajuste temporal del total del proyecto.
En comparación con otros métodos de gestión de proyectos, CCPM ofrece mayores garantías de éxito en cuanto a:
- Entrega dentro de plazo.
- Ahorro de recursos.
- Minimización del riesgo.
Son muchos los proyectos que se han beneficiado de la implementación de esta técnica que, sin embargo, también cuenta con detractores. Quizás quienes no aconsejan apostar por ella se centran en el cambio de mentalidad que implica que, prácticamente, obliga a pensar al revés de como se acostumbra en lo concerniente a la ejecución de un proyecto.
Sin embargo, los resultados prueban que merece la pena darle la vuelta a la perspectiva tradicional y hacer ese esfuerzo extra en la planificación, que se ve recompensado con creces en el balance global.