Bootstrap ¿que es y para qué sirve?
Si en alguna ocasión has oído hablar de un framework de gran popularidad nacido en las manos de Twitter es porque te has cruzado con Bootstrap que es uno de los entornos más populares y utilizados en la red. Este conjunto de herramientas, que se representa por estar disponible en código abierto desde que fuera liberado en el año 2011, es una pieza clave en cuanto a la creación de contenidos web. Se ha convertido en el proyecto de mayor éxito entre los muchos disponibles en GitHub y no es raro que por ello sea utilizado por multitud de entidades. Incluso organizaciones como la NASA recurren a sus funciones y facilidad de implementación para resolver cuestiones de las que Bootstrap se ocupa con suma facilidad.
Los orígenes de Bootstrap
En su nacimiento original conocimos el framework con el nombre de Twitter Blueprint debido a que en realidad nació en las propias oficinas de la compañía. Sus creadores fueron Mark Otto y Jacob Thornton, que en su constante inquietud por mejorar el entorno de desarrollo, llegaron a la conclusión de que podían aportar algo distinto e interesante al entorno de los frameworks. La intención que tenían era aumentar la consistencia que existía entre el uso de diferentes herramientas de desarrollo, algo que no siempre era habitual. Se habían encontrado con defectos, inconsistencias y problemas por la combinación de diferentes herramientas de trabajo y sabían que tenían que cambiar algo para poder continuar trabajando sin invertir grandes volúmenes de tiempo en solucionar errores y poner parches.
Por ello Otto se reunió con un grupo de sus desarrolladores de confianza, visualizaron la situación y dieron forma a lo que tenía en mente. El resultado fue una herramienta interna que fue evolucionando y que se alejó de la senda clásica para transformarse en un núcleo que reunía a las demás herramientas y servía de base de manera que todo estuviera siempre en sintonía. Había nacido un importante proyecto para Twitter que se alejaba radicalmente del negocio de la empresa, motivo por el cual un tiempo después terminó liberándose. En parte esto también ocurrió porque Twitter abrió el desarrollo del framework para que colaboraran otros especialistas dentro de un hackathon que terminó siendo clave para pulir el entorno. Eso llevó a que se tomara la decisión de abandonar el nombre de Twitter Blueprint que lo relacionaba en exceso con la empresa y que optara por un nombre nuevo: Bootstrap. En 2011 ya se había difundido con código abierto para que no solo en Twitter se beneficiaran de sus características, sino que llegara más allá y pudiera aliviar la carga de trabajo y esfuerzo de miles de especialistas en el mundo entero.
La fase de expansión llevó rápidamente al estreno de Bootstrap 2, donde se introdujeron numerosas características y componentes que han ido perdurando versión tras versión. En la actualidad Bootstrap 4 ya está en fase de desarrollo y el sistema se espera que continúe adelante sin detenerse.
Características más destacadas de Bootstrap
Una tecnología como Bootstrap se instaura con solidez debido a lo bien que funciona y a los positivos resultados que es capaz de ofrecer a quienes la utilizan. Hay muchas características destacadas y ventajas que han ayudado a que esta plataforma progrese con éxito. Lo más importante es que simplifica el trabajo y lo hace sin que haya que sacrificar los resultados, la estabilidad, seguridad o rendimiento. Se unifican estándares y se consigue que todo sea más fluido desde el primer instante.
Con Bootstrap no hay que ser profesionales del código para que una página web se encuentre adecuada visualmente a las necesidades del sector y conseguir al mismo tiempo que ofrezca una buena experiencia de uso al público. Combina e integra Javascript, CSS y HTML5 de forma que tengamos todas las herramientas que necesitamos y que las apliquemos con eficiencia. No importa mucho qué tipo de código estemos utilizando porque al final lo que nos encontraremos será una navegabilidad adaptable que tendrá compatibilidad con cualquier tipo de terminal. Sin importar qué usemos, un ordenador de sobremesa, un tablet o un smartphone, la visualización siempre será la óptima. Todo está integrado y es muy personalizable sin tener que contar con grandes conocimientos. También se integra con sistemas de edición y publicación como Drupal o WordPress, mientras que no es menos relevante destacar que la comunidad de profesionales que colaboran y trabajan a su alrededor es enorme.