Banca digital: Qué es y cuáles son sus ventajas
La crisis financiera del año 2008 fue el inicio del importante cambio que está sufriendo la banca tradicional. Unas mayores exigencias regulatorias en cuanto a capital bancario trajeron como consecuencia que algunas entidades financieras tuvieran que recurrir a procesos de reestructuración para poder subsistir.
Además, el avance de la tecnología obliga a los bancos a invertir en su digitalización para ser más competitivos, adaptándose a las exigencias de la sociedad y buscando una eficiencia que permita reducir gastos estructurales. Surge, de este modo, la imparable digitalización de los bancos y, con ella, la banca digital.
¿Qué es la banca digital?
La banca digital es la versión que las entidades bancarias ofrecen de sus servicios y productos financieros a través de plataformas en línea y aplicaciones móviles, en lugar de las tradicionales sucursales u oficinas. La banca digital permite a los clientes realizar una amplia gama de transacciones y operaciones bancarias desde sus dispositivos electrónicos, como smartphones, tablets u ordenadores.
Los servicios digitales permiten el acceso a la posición bancaria desde la aplicación o la web del banco. Desde ahí, podemos consultar saldos y realizar transacciones para las que antes era necesario desplazarse a una sucursal. Las operativas más comunes que podemos realizar a través de la banca digital son traspasar saldos entre cuentas, consultar movimientos, realizar transferencias, gestionar las inversiones comprando y vendiendo activos financieros como acciones, fondos o bonos, e incluso solicitar financiación.
Además, la evolución a bancos digitales implica que también puedan realizarse pagos a otras personas, empresas u organismos públicos, o pagar la adquisición de bienes o servicios a través de las tarjetas de crédito.
Y todo ello soportado por una nueva forma de relación con el banco en la que los clientes pueden comunicarse con su entidad a través de chats en vivo, correo electrónico o directamente por teléfono para resolver los problemas relacionados con su operativa.
Ventajas de utilizar la banca digital
La banca digital está teniendo una gran acogida por parte de los usuarios bancarios. Esta nueva forma de banca tiene numerosas ventajas que hace que cada vez más clientes demanden este tipo de servicios y los bancos se sientan más cómodos ofreciéndolos.
Entre las ventajas, tanto para los clientes como para las entidades bancarias, destacan las siguientes:
Disponibilidad las 24 horas, 365 días al año.
Los clientes pueden acceder a sus cuentas en cualquier momento y desde cualquier lugar con una conexión a Internet, lo que elimina la necesidad de visitar una sucursal física durante el horario de atención. Esto permite a los clientes realizar transacciones y consultar saldos en cualquier momento, incluso en días festivos.
Ahorro de costes
La banca online puede ser más rentable que las sucursales físicas, ya que requiere menos personal y gastos generales. Y, por este motivo, para los clientes se traduce en menores tarifas y costes.
Comodidad
Los clientes pueden realizar una variedad de transacciones bancarias, como transferencias de dinero, pagos de facturas, inversiones y más, sin tener que desplazarse físicamente. Además, las aplicaciones y plataformas de banca en línea ofrecen herramientas que permiten a los clientes llevar un seguimiento de sus gastos, establecer presupuestos y planificar sus finanzas de manera más efectiva.
Seguridad
El reto de la digitalización implica el uso de tecnologías avanzadas de seguridad. Como ejemplo, podemos citar la autenticación de dos factores o el cifrado de datos, para proteger las cuentas de los clientes.
Sostenibilidad
La reducción del uso de papel y la disminución de la necesidad de viajes físicos a las sucursales pueden contribuir a una menor huella de carbono y un impacto ambiental más positivo.
El futuro de la banca digital
La banca digital ha revolucionado la forma en que las personas gestionan sus finanzas, brindando mayor comodidad, accesibilidad y rapidez en comparación con la banca tradicional. Ha impulsado la competencia en el sector financiero, lo que a menudo permite tarifas más bajas y una mayor variedad de opciones para los usuarios bancarios.
Sin embargo, es importante destacar que la banca online también plantea desafíos en términos de seguridad cibernética y privacidad de datos, por lo que las instituciones financieras y los clientes deben tomar las medidas adecuadas para proteger sus cuentas y la información sensible.
Cada vez es mayor la exposición a amenazas cibernéticas, como ataques de hackers, phishing y robo de identidad. Realizar continuas inversiones en medidas de seguridad robustas para proteger la información sensible de los clientes es un punto crítico del futuro de la digitalización bancaria.
Asimismo, la recopilación y el almacenamiento de datos personales y financieros de los clientes plantean preocupaciones sobre la privacidad. Las entidades financieras deben cumplir con regulaciones estrictas de protección de datos y garantizar la confidencialidad de la información.
En resumen, la banca digital ha irrumpido con fuerza en la sociedad cambiando la forma en que se relacionan los usuarios con sus entidades. Las inversiones en ciberseguridad y la regulación han de ser garantes de la digitalización del sector bancario. Y la cultura financiera y digital es básica para obtener el máximo provecho y eficiencia en el uso de los servicios bancarios.
Pero la digitalización trae nuevos retos no solo a los bancos. Las administraciones públicas han de impulsar y garantizar el acceso a internet de toda la población. Es básico desarrollar las infraestructuras necesarias para que no existan grupos de personas en riesgo de exclusión financiera, como por ejemplo las personas que viven en áreas rurales. Aprende más sobre esta y otras cuestiones en nuestro Máster en Executive MBA.