Balance económico: ¿qué hay que saber para elaborarlo correctamente?
Una empresa debe funcionar como un engranaje bien engrasado, especialmente a nivel económico. Si no disponemos de los recursos necesarios, estamos abocados al fracaso. De ahí que el balance económico tenga tanta importancia.
Este documento contiene información esencial que nos ayudará a saber de qué recursos disponemos. Y, a la vez, también puede ser una herramienta muy útil a la hora de buscar financiación.
¿Qué es el balance económico?
Posiblemente también lo habrás oído nombrar como balance general, balance de situación, balance de situación patrimonial o balance contable.
Con independencia del nombre, se trata de un informe que refleja fielmente el estado económico de la empresa en un determinado momento.
Es una pieza esencial para que la empresa conozca su situación y pueda compararla con la de años anteriores, pero no solo eso. Nuestro ordenamiento jurídico establece que hacer el balance económico es obligatorio para las empresas.
Todas ellas deben actualizar su balance general al menos una vez al año (generalmente al final del ejercicio fiscal) y presentar esa información en el Registro Mercantil para que cualquier interesado la pueda consultar.
Estructura de balance general
La estructura del balance de situación es siempre la misma. En ella puedes encontrar todos los elementos patrimoniales de la empresa. Es decir, activos, pasivos y patrimonio neto.
Activo
Incluye bienes y derechos que son propiedad de la organización y que potencialmente pueden ser una fuente de ingresos, ya sea mediante su uso, alquiler o venta.
Se divide a su vez en:
Son todos aquellos bienes o derechos de la empresa que son susceptibles de convertirse en dinero en un plazo no mayor de 12 meses. Incluye además los recursos que se utilizan para que la empresa desarrolle su actividad normal.
Algunos ejemplos de activos de este tipo con las deudas de clientes o las inversiones a corto plazo.
- Activo corriente
- Activo no corriente
Se compone de los bienes y derechos de la compañía que se pueden convertir en dinero líquido pero a largo plazo,en un período superior al año.
Dentro de este activo encontramos maquinaria, locales comerciales, depósitos financieros, etc.
Pasivo
- Pasivo corriente
Engloba el conjunto de deudas y obligaciones económicas a las que tiene que atender la empresa y que son necesarias para que la misma pueda desarrollar su actividad y pagar sus activos.
Lo integran las obligaciones y deudas a corto plazo, con una duración inferior a un año.
- Pasivo no corriente
Conocido también como pasivo fijo, son deudas y obligaciones contraídas a largo plazo, con un vencimiento que supera el año.
Patrimonio neto
Son los fondos propios que tiene la empresa para financiar su actividad. Lo habitual es que esté formado por elementos como las aportaciones de socios y aportaciones externas provenientes de subvenciones o donaciones.
¿Cómo se hace el balance general?
Para obtener la información que necesitamos vamos a aplicar la fórmula:
Activo = Pasivo + Patrimonio neto
Esto implica que el documento se va a dividir en cuatro partes:
- Suma del total de los activos.
- Suma del total de los pasivos.
- Cálculo del total del patrimonio.
- Suma del total del pasivo más el total del patrimonio. El resultado obtenido debería ser igual a la suma del total de los activos.
Aunque puede parecer algo complejo, en realidad hoy en día existen una amplia variedad de programas financieros que pueden ayudar a las empresas a llevar su contabilidad y a elaborar diferentes informes e incluso el balance económico.
¿Quieres ser un auténtico experto en finanzas? Fórmate con nuestro Máster en Finanzas.