Apalancamiento financiero: 2 pros y 3 contras del apalancamiento financiero
Ni tan arriesgado, ni tan buena opción. El apalancamiento financiero puede ayudar al negocio o al inversor a ampliar su alcance bastante más allá de sus posibilidades reales, pero, al mismo tiempo, le pone en una situación de inestabilidad al dejarlo a merced de las fuerzas económicas. Éstas terminarán decidiendo si, al completar la operación, la balanza mostrará resultados positivos o, por el contrario, pérdidas o incluso insolvencia.
Averiguar la proporción entre capital propio y ajeno, saber elegir el momento adecuado y tener claro cuál es el máximo nivel de riesgo que puede asumirse son algunas de las claves para aprovechar las ventajas del apalancamiento financiero.
En las siguientes líneas hablaremos de ellas y también de sus principales inconvenientes.
¿El apalancamiento financiero ayuda o dificulta?
La respuesta a esta cuestión dependerá de cada caso particular, de la relación entre la deuda y los activos, entre riesgo y oportunidad. Teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, se trata de optar por el financiamiento de una operación a expensas de aumentar el endeudamiento, hay que plantearse si el retorno sobre el capital es más alto que el rendimiento de los activos, puesto que:
- Si el rendimiento sobre el capital es más alto que el rendimiento de los activos, el apalancamiento financiero funciona y podría considerarse como una alternativa recomendable.
- Por el contrario, si el retorno sobre el capital es menor que el rendimiento de los activos, el apalancamiento está trabajando en contra de los propios intereses.
El impacto del apalancamiento en el desempeño financiero es muy significativo, ya que aumenta la variabilidad de la tasa de rendimiento del capital. Antes de decidirse por esta alternativa a la financiación, es preciso evaluar el uso de la deuda que se quiere hacer, pero también las consecuencias de los cambios que podrían producirse en los niveles de deuda, sobre todo cuando se trabaja con márgenes ajustados. Éstos tendrían el potencial de resultar en un menor valor de los activos y, por tanto, en una mayor dificultad para pagar los préstamos.
Ventajas e inconvenientes del apalancamiento financiero
A la hora de analizar si conviene o no recurrir al apalancamiento financiero, puede resultar de gran ayuda repasar sus principales beneficios:
- Impulso al potencial de las finanzas. El apalancamiento financiero está asociado a un potente acceso al capital. El apoyo de los bancos hace que sea posible multiplicar el poder de cada euro que se pone a trabajar. En otras palabras, optar por esta alternativa permite llegar mucho más lejos de lo que sería viable sin esta inyección financiera.
- Idóneo para alcanzar metas concretas en el corto plazo. Debido al costo adicional y los riesgos de aumentar la deuda, la financiación apalancada es más adecuada para períodos breves en los que se busca, por ejemplo, lograr un crecimiento específico. Resulta la opción más indicada en muchos casos de compra, recompra y adquisiciones.
También hay que conocer sus desventajas más relevantes. Se trata de las siguientes:
- Aumento del coste de la operación. Los productos asociados al apalancamiento financiero suelen pagar tasas de interés más elevadas para compensar el aumento del riesgo que el inversor debe asumir.
- Incremento del riesgo. Es cierto que la deuda es una fuente de financiación que puede ayudar a que un negocio crezca más rápidamente. Sin embargo, no hay que olvidar que el apalancamiento financiero podría elevar el nivel de deuda hasta cotas más altas de lo normal, lo que aumentaría la exposición al riesgo.
- Mayor complejidad. La necesidad de recurrir a instrumentos financieros más complejos se traduce en la necesidad de dedicar un tiempo de gestión adicional y, además, implica diversos riesgos.
El apalancamiento financiero no está hecho para todo el mundo. La aversión al riesgo por parte del inversor debería alejarle de esta opción, que le haría sentirse incómodo y tener una sensación de pérdida del control. No obstante, en casos como la aparición de una necesidad financiera temporal o la concurrencia de circunstancias que desemboquen en una situación especial, como las que hacen que sea requerida a la mayor brevedad una cantidad inusualmente grande de dinero, podrían ser razones suficientes para considerar esta vía de financiación.