Algunos de los errores del emprendedor
Evita los típicos errores que comenten los emprendedores
A menudo se habla de las cosas que hay que hacer para tener éxito al emprender, sin embargo, no siempre se habla de lo contrario. Vamos a ver a continuación algunos de los errores que suelen realizar.
Pensar que la idea lo es todo
Pensar que la idea es lo más importante es un error. Una buena idea no necesariamente supone un buen negocio, hay que estudiar bien si la idea conlleva una propuesta de valor sólida para ver si puede convertirse en un buen negocio. Es fácil tener buenas ideas, sin embargo, llevarlas a cabo es algo más complicado.
Guardar la idea bajo llave
Compartir la idea con los posibles clientes de nuestro proyecto nos garantiza que esta sea mejorada y validada antes de convertirla en una realidad. Compartir nuestra idea de negocio solo con la familia o los amigos significa compartirla con personas que tienen valores y puntos de vista similares a los nuestros, ello no aporta un punto de vista nuevo.
No conocer al cliente
Pensar que los clientes piensan como nosotros y pensar que serán ellos los que vendrán a buscarnos es otro error. Gran parte de nuestro negocio tendría que consistir en conocer a nuestro cliente, ir a buscarlo y ser capaces de adaptarnos a los cambios cuando éste cambie. Testear nuestro producto con el cliente es una forma de asegurarnos que vamos a vender algo que gusta, además de saber qué podemos mejorar para que guste más.
No valorar el tiempo propio
No identificar bien los costes es un típico error del emprendedor, sin embargo, el coste que a menudo no contabiliza el emprendedor es su propio tiempo. Hay que contabilizar nuestro tiempo como si de otro empleado se tratara, y no hay que rebajar las expectativas de ingresos, ni infravalorar el tiempo de dedicación, en caso contrario, seremos nuestro peor enemigo para el desarrollo del proyecto a largo plazo.
Ser un multitasking
Vinculado al punto anterior, muchos emprendedores pretenden cubrir todos los puestos de trabajo de la empresa, ser el comercial, el community manager, el director, etc., ello conlleva tiempo, y por lo tanto, también dinero. Es mejor presupuestar los costes de los recursos humanos imprescindibles que no hacer un máster de todo y no llegar a tener tiempo para hacer nada, ni tampoco para hacerlo con la calidad necesaria.
No saber delegar
La desconfianza del emprendedor para con la calidad de las tareas que ejecuta el resto del equipo suele ser más grande que las de otros que no están apostando tanto a nivel personal, sin embargo, el emprendedor necesita saber delegar, ya que el barco necesitará de marineros para poder seguir el rumbo del viaje.
No estar preparado por si las cosas van mal
Hay muchos manuales de pensamiento positivo a nuestra disposición, y si bien es cierto que este tipo de pensamiento ayuda a generar estados mentales más creativos y a ver más oportunidades que cuando estamos en estados psicológicos negativos, no quiere decir que no tengamos que estar preparados para el fracaso. Emprender no es un camino fácil, más bien lo contrario, y hay que pensar también en el plan B por si las cosas van mal.
No tener pasión por lo que se hace
Hay personas que pretenden emprender con cualquier proyecto que parezca rentable, pero no es aconsejable tomar este rumbo solo con este factor a favor, y menos para aquel que emprenda por primera vez. Precisamente porque a veces las cosas van mal y porque el camino del emprendedor no es nada fácil, es muy importante que aquello con lo que decidamos emprender sea algo que nos apasione, algo con lo que nos cueste rendirnos, algo que nos guste y nos motive para seguirnos levantando con pasión cada día.