Informe OBS: La educación virtual está logrando cuotas de mercado hace solo unos pocos años inimaginables
- La tecnología juega y jugará un papel central en el marco de los procesos educativos presentes y futuros
- El impacto que están teniendo los entornos digitales en el marco de los procesos educativos actuales tiene un amplio margen de recorrido y crecimiento
- La docencia virtual y presencial. son dos fenómenos complementarios que deberán ir de la mano en un futuro
La educación presencial y la educación a distancia constituyen las dos modalidades más exitosas empleadas tanto por universidades como por otras instituciones de educación superior para desarrollar sus portafolios. Sin embargo, durante los últimos ejercicios y como consecuencia del desarrollo de las TIC y de la expansión de la globalización, la educación virtual está logrando cuotas de mercado hace solo unos pocos años inimaginables, en tanto en cuanto permite cada vez una mayor flexibilidad y ofrece un proceso educativo más intenso e interactivo en el sentido de que proporciona nuevas opciones de interacción entre profesor y alumno.
Desde la perspectiva del profesor, los docentes en línea deben mantener una actitud positiva hacia la capacitación continua y hacia el uso intensivo de las tecnologías de la información y comunicaciones, ya que este tipo de modalidad es altamente dinámica y se requiere de una actualización constante para mantener los altos estándares de calidad comparables con la educación presencial. De esa manera, los docentes deben contar con las competencias digitales suficientes como para acompañar en el proceso pedagógico a los alumnos inscritos, procurando la maximización del rendimiento de los mismos. De hecho, el desarrollo de las TIC cada vez confiere más posibilidades docentes al instructor a través del uso de la plataforma.
El docente que se enfrenta a entornos digitales debe contar con algunas destrezas añadidas, más de aquellas que necesita cuando se enfrenta a entornos exclusivamente presenciales. El docente debe asegurar la eficiencia de los cambios ejecutados por lo que respecta a: las maneras de comunicarse, incluso no verbalmente, optimizando la experiencia de aprendizaje; el uso correcto de la tecnología y de las herramientas a disposición (aplicaciones, webs, plataformas, etc), no solo las actuales sino también las futuras; y colocar al estudiante aún más en el centro del proceso educativo, pasando de ser un mero transmisor de conocimiento, a un transmisor que actúa en calidad de guía/facilitador para asegurar el desempeño de un auténtico trabajo colaborativo.
Sin embargo, no es posible posicionar a la docencia virtual como opuesta a la docencia presencial. Por el contrario, son dos fenómenos complementarios, que no cabe duda de que deberán ir de la mano en un futuro. Las debilidades de uno se conjugan con las fortalezas del otro y viceversa. De hecho, las tradicionales universidades presenciales llevan ya años acudiendo a los entornos digitales (webs, aplicaciones, plataformas, etc.) para mejorar sus experiencias educativas, además de haber pasado también al mercado de la educación a distancia a través de cursos específicos para mejorar la marca global de las mismas, atraer nuevos estudiantes y obtener nuevos ingresos. Por su parte, las instituciones educativas superiores en línea son también cada vez más conscientes de los beneficios que les suponen en materia de visibilidad, reputación y fidelización del estudiante, establecer algunos puntos de contacto presenciales y asociarse con prestigiosas universidades presenciales.
No cabe duda del decisivo impacto que están teniendo los entornos digitales en el marco de los procesos educativos actuales, pero dicho impacto todavía tiene un amplio margen de recorrido y crecimiento.