Informe OBS: El salto del Big Data al Huge Data
La toma de decisiones complejas en un espacio de tiempo cada vez menor ha llevado a las compañías a implementar sistemas de datos complejos para conseguir dicho objetivo. En este contexto, aparece lo que se ha denominado como Big Data, un instrumento que está presente en todos los segmentos de la industria y que se ha convertido en el activo más preciado de la transformación digital. El siguiente paso es lo que se ha denominado como Huge Data, un sistema que implementa la inteligencia artificial debido a los mayores volúmenes de información que debe gestionar todo el conglomerado empresarial.
El último informe de Chema Maroto, profesor del Máster de Data Management e Innovación Tecnológica de OBS Business School, describe este cambio de tendencia en la carrera por hacerse con el oro de los datos. La llegada del Huge Data obliga a las empresas a emplear mayor tiempo e inversión en la implementación de este tipo de sistema. El objetivo no es otro que la creación de una cultura corporativa que gire en torno al dato, conocida como Data Driven.
Sin embargo, esto está lejos de convertirse en una realidad, según datos recogidos en el informe “Big Data 2017-2018: El salto del Big Data al Huge Data”. Una encuesta realizada por NewVantage Partners (NVP) pone de manifiesto que un 97,7% de las compañías han realizado inversiones en Big Data e Inteligencia Artificial, aunque la mayoría de ellas siguen siendo realmente modestas ya que un 60% de las mismas solo han realizado inversiones menores a los 50 millones de dólares. Las áreas con una mayor presencia de este tipo de tecnologías son América del Norte con un 55% de inversión, mientras que por sectores sobresalen las telecomunicaciones donde el 87% de las empresas ya lo ha adoptado, seguido de cerca por el sector financiero.
Dentro de la Inteligencia Artificial, Machine Learning y Deep Learning son dos de las técnicas más importantes utilizadas por las compañías para la extracción de datos. El 60% de las corporaciones reconoce estar utilizando Machine Learning, mientras que el Deep Learning se desmarca con un 83% del total para vencer a la competencia. Esta técnica es considerada la continuación del Machine Learning y, mediante la cual, las máquinas son capaces de interpretar datos sin necesidad de ningún tipo de intervención humana. De hecho, muchos empresarios lo ven como una fantástica solución para mejorar la operatividad de sus oficinas. Otros, en cambio, afirman que este tipo de sistemas empezará a desplazar a las personas de sus puestos de trabajo. Según un estudio de The Economist Intelligence Unit, más del 40% de los encuestados tiene clara esta circunstancia. No obstante, el contexto no es tan pesimista ya que el 93% de los encuestados por NVP considera que el Deep Learning será capaz de crear nuevos tipos de puestos de trabajo que actualmente no existen. De hecho, algunos portales de trabajo ya están dando prioridad a los expertos del sector ante el creciente aumento de la demanda que se vive actualmente en este contexto.
En el plano de la inteligencia artificial, el liderato de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se ve amenazado por la creciente subida de China, un país que estableció la implementación de sistemas de IA como su máxima prioridad durante el año 2017 encargando a Baidu (el buscador principal en la región china) y a las principales universidades un proyecto de laboratorio para familiarizarse con este tipo de tecnología. Los factores de éxito de su expansión vienen dados por la toma de decisiones por parte de personas altamente cualificadas a nivel tecnológico. El equipo de gobierno está formado por ingenieros y su proceso de toma de decisiones es realmente corto. Los países occidentales, en cambio, tienen un proceso más largo ralentizando que se tomen las decisiones. Las diferencias culturales también permiten explicar las enormes diferencias que existen actualmente entre China y Europa. La cultura oriental está orientada a la búsqueda de oportunidades y a un avance constante, contrastando de manera clara, con la rigidez de las estructuras políticas, económicas y culturales que se puede encontrar en la cultura occidental.
Además de la cantidad de datos que se generan, estos se comparten a cada vez mayor velocidad debido al incremento de dispositivos inteligentes que ya quintuplica al número de personas presentes en el planeta. Se conoce como Internet de las Cosas (IoT) y debido a la gran cantidad de sensores presentes en el día a día, los ingenieros de Big Data se están viendo obligados a aumentar el almacenamiento del sistema llegando al denominado Huge Data, el siguiente nivel. De hecho, un 49% de los encuestados por NVP tiene previsto realizar una inversión en IoT en los próximos dos años. El avance en IoT se ve frenado por el alto presupuesto requerido para realizar dicha inversión. Solo un 6% de los proyectos actualmente superan el millón de dólares, mientras que el 47% apenas llegan a los 100.000 dólares de inversión. Esta diferencia está provocando una enorme brecha entre aquellas empresas que se posicionan como líderes absolutas en su sector, y aquellas que se quedan estancadas por falta de capital. Las corporaciones se han dado cuenta que faltan líderes que tengan competencias digitales fuertes y que les permita abordar la transición y agilizar el proceso de toma de decisiones ante los retos digitales que se plantean. No es suficiente con la incorporación de científicos matemáticos o de datos que sean expertos en tecnología. También es necesario poder contar con figuras que sean expertos en su negocio, y que a la vez puedan contar con estas competencias digitales que demanda el contexto de constante cambio tecnológico que se vive actualmente.
La parte final del informe de Chema Maroto se destina al Blockchain, un sistema de archivo informático destinado a la creación de registros intocables, y que ha tenido su apogeo con la expansión del mercado de criptomonedas o bitcoins. Precisamente, este sistema se plantea como la punta del iceberg de la denominada “industria 4.0” donde las máquinas estarán completamente interconectadas y la información será totalmente transparente. Una encuesta realizada por PwC refleja que un 55% de los participantes tienen previsto la incorporación del sistema Blockchain en 2018, mientras que un 77% para el año 2020. La integración del Big Data con esta nueva tecnología es clave para su avance debido al volumen de datos que se recopilan actualmente. Sin embargo, a día de hoy, la cadena de bloques sigue siendo una enorme desconocida ya que un 40% de los ejecutivos reconoce saber poco o nada sobre Blockchain, aunque el 55% es consciente que si no adopta este tipo de sistemas su empresa podría perder competitividad en el medio plazo. El futuro se plantea como incierto, pero las compañías que lideran este proceso de cambio avisan que no es simplemente un salto tecnológico, sino que es necesario cambiar la cultura corporativa de la empresa a todos los niveles. Tanto los equipos de dirección como los trabajadores deben asumir competencias que les permitan trabajar en ambientes multidisciplinares. En este sentido, la incorporación de la figura de un coach o líder de cambio del proceso de transformación digital es clave para lidiar con éxito con una transición, que más allá de sistemas, también es de personas.