Zero Trust: la nueva tendencia en estrategias de ciberseguridad
No confiar en nadie puede ser la clave para que una empresa sea segura. Más allá del hacking ético, encontramos esta la filosofía, la del Zero Trust, un concepto de ciberseguridad que cada vez se utiliza más dentro de las empresas y que permite proteger todo tipo de datos y operaciones que se realizan dentro de las organizaciones.
Te contamos en qué consiste y cómo puedes implementar en una empresa esta tendencia que se presenta como una solución a los retos de la ciberseguridad.
¿En qué consiste el concepto Zero Trust en ciberseguridad?
El concepto de Zero Trust en ciberseguridad se basa en la premisa de que las organizaciones no deben confiar en ningún usuario, dispositivo o aplicación, tanto dentro como fuera de su red.
A diferencia de los enfoques de seguridad más tradicionales, Zero Trust postula que todas las conexiones y actividades deben ser verificadas y autorizadas continuamente, independientemente de la ubicación o el punto de acceso. Esto implica implementar medidas de seguridad como la autenticación multifactor, el cifrado de extremo a extremo, la segmentación de red y el monitoreo constante de actividades.
Cuando una empresa adopta el enfoque Zero Trust, es posible reducir el riesgo de violaciones de seguridad, se mitiga el impacto de posibles ataques y se protegen los datos y activos de manera más efectiva en un entorno digital cada vez más complejo y dinámico.
Principios básicos del Zero Trust
Con el paso de los años, la ciberresiliencia se ha convertido en algo clave dentro de las empresas. Para poder mantenerse a salvo de los ataques y aprender a superarlos, es muy útil contar con estrategias como el Zero Trust y conocer sus principios básicos:
- No confiar, verificar continuamente: Zero Trust parte del principio de desconfiar por defecto de cualquier usuario, dispositivo o aplicación que solicite acceso a recursos dentro de la red, incluso si se encuentran dentro del perímetro de la red.
- Segmentación de red: La red se divide en segmentos más pequeños y controlados, aplicando políticas de acceso específicas para cada segmento. Esto limita la exposición y reduce el impacto potencial de una brecha de seguridad.
- Autenticación y autorización continua: Se requiere una autenticación y autorización continuas en lugar de otorgar acceso basado únicamente en credenciales iniciales. Esto implica verificar la identidad y el estado de seguridad de un usuario, dispositivo o aplicación en cada interacción.
- Mínimos privilegios: Se otorgan los privilegios mínimos necesarios para llevar a cabo una tarea específica, reduciendo así la superficie de ataque y limitando el acceso a recursos sensibles.
- Inspección del tráfico: Se realiza una inspección exhaustiva del tráfico de red en busca de anomalías y actividades sospechosas, con el objetivo de detectar y responder rápidamente a posibles amenazas.
Elementos clave a incluir en tu modelo Zero Trust
Llegados a este punto, debemos conocer qué elementos son los que se deben incluir en un modelo Zero Trust para conseguir que funcione correctamente. Como ya hemos visto, es clave microsegmentar y monitorear de forma continua, pero no es lo único que debemos tener en cuenta.
Identidad y acceso
Implementar un sistema robusto de autenticación multifactor (MFA) para verificar la identidad de los usuarios, dispositivos y aplicaciones que intentan acceder a recursos en la red. Esto puede incluir técnicas como contraseñas fuertes, biometría, tokens de seguridad y certificados digitales.
Microsegmentación de red
Dividir la red en segmentos más pequeños y controlados, donde se aplican políticas de acceso granulares basadas en roles y atributos específicos del usuario, dispositivo o aplicación. Esto limita el movimiento lateral de los atacantes en caso de compromiso de un segmento.
Monitoreo continuo
Implementar herramientas de monitoreo y análisis de seguridad que supervisen constantemente el tráfico de red, la actividad del usuario y el comportamiento de los dispositivos y aplicaciones en busca de anomalías y actividades sospechosas.
Cifrado de extremo a extremo
Utilizar cifrado para proteger los datos tanto en reposo como en tránsito, garantizando que la información sensible esté protegida incluso si es interceptada por un atacante.
Políticas de acceso basadas en riesgo
Adoptar políticas de acceso dinámicas que evalúen el riesgo de cada interacción y adapten los niveles de seguridad en consecuencia. Esto puede implicar restringir o limitar el acceso a recursos sensibles en función de factores como la ubicación del usuario, el tipo de dispositivo o el contexto de la solicitud.
Gestión de identidades y accesos privilegiados
Implementar controles estrictos para gestionar y supervisar los accesos privilegiados a sistemas y datos críticos, asegurando que solo los usuarios autorizados puedan realizar cambios importantes en la red.
Funciones de una arquitectura Zero Trust
Entonces, ¿qué funciones se deben implementar para que pueda funcionar esta técnica? Si queremos poder utilizar el Zero Trust, tendremos que poner en marcha una serie de cuestiones que nos ayudarán a que se formule de manera correcta. Vamos a verlas:
- Autenticación continua: Verificar la identidad de usuarios, dispositivos y aplicaciones de forma continua, en lugar de otorgar acceso basado únicamente en credenciales iniciales.
- Autorización granular: Aplicar políticas de acceso específicas y basadas en roles para cada recurso de la red, limitando el acceso solo a aquellos usuarios, dispositivos o aplicaciones que tengan los permisos necesarios para realizar determinadas acciones.
- Inspección del tráfico: Supervisar y analizar constantemente el tráfico de red en busca de comportamientos anómalos o indicadores de compromiso, con el fin de detectar y responder rápidamente a posibles amenazas.
- Cifrado de extremo a extremo: Utilizar cifrado para proteger los datos en reposo, en tránsito y en uso, garantizando la confidencialidad y la integridad de la información sensible.
- Evaluación continua del riesgo: Evaluar constantemente el riesgo de cada interacción y adaptar los controles de seguridad en función de factores como el contexto de la solicitud, la ubicación del usuario y el estado de seguridad del dispositivo.
Cómo implementar una arquitectura Zero Trust en tu red
Implementar una arquitectura Zero Trust en una red requiere un enfoque integral y bien planificado:
- En primer lugar, es crucial identificar y clasificar los activos críticos de la red, así como comprender las interacciones entre usuarios, dispositivos y aplicaciones.
- A continuación, se deben establecer políticas de acceso granulares basadas en el principio de "no confiar, siempre verificar", lo que implica autenticar y autorizar continuamente a todos los usuarios y dispositivos, incluso dentro de la red interna.
- Seguimos repitiendo que la microsegmentación de red juega un papel fundamental al dividir la red en segmentos más pequeños y controlados, lo que limita la propagación de posibles amenazas.
- De la misma manera, es esencial implementar herramientas de monitoreo y análisis para supervisar constantemente el tráfico de red en busca de anomalías y actividades sospechosas.
- Por último, la educación y la concienciación de los empleados son clave para garantizar la comprensión y el cumplimiento de las políticas de seguridad en toda la organización.
En resumen, la ciberseguridad debe ser un punto clave en la empresa para evitar problemas que puedan exponer el trabajo, los datos y cualquiera de los activos sensibles con los que se cuente. En el Máster en Ciberseguridad, encontrarás toda la información referente a técnicas y formas de salvaguardar los datos con los que trabaja una organización.