Transparencia empresarial: beneficios
El hecho de que la transparencia empresarial sea considerada como algo positivo y necesario es una de las características de nuestra época. En base a este principio, se ha exigido a las empresas que abran sus libros y hagan pública una gran cantidad de información, que alguna vez se habría considerado privada.
La transparencia empresarial ha llegado para quedarse
La transparencia puede generar nuevos incentivos para el comportamiento de las empresas. Tanto es así que, en Europa, se tiende a creer que, si la transparencia es buena, más transparencia es incluso mejor. Precisamente por esa razón, las obligaciones de divulgación se multiplican y, poco a poco, se va configurando un perfil claro de negocio transparente.
Entre las ventajas de apoyar con leyes la transparencia empresarial destacan las siguientes:
- A menudo mejora la eficiencia del mercado de capitales, dando a los inversores una línea de visión clara y permitiéndoles tomar mejores decisiones. De hecho, es casi seguro que la transparencia aumenta los fondos disponibles para la inversión, dado que es mucho más probable que las personas y las instituciones pongan su dinero en negocios cuyos asuntos están abiertos, que en empresas opacas cuyo funcionamiento financiero interno es un secreto celosamente guardado por una camarilla de directores.
- La transparencia empresarial permite que los reguladores y los medios de comunicación identifiquen los malos comportamientos corporativos, como la evasión de impuestos, las ventas indebidas, la dependencia excesiva de ganancias de baja calidad, entre otros. Incluso cuando no hay nada indebido, las divulgaciones obligatorias pueden alertar al mundo exterior cuando una empresa está perdiendo el rumbo.
- Finalmente, la transparencia puede estimular la competencia, porque identifica aquellos productos y sectores en los que se pueden encontrar buenos beneficios, atrayendo así nuevos actores cuya llegada, a su vez, baja los precios y mejora los estándares.
Por tanto, existe un consenso generalizado sobre los beneficios de la transparencia empresarial. Pero hay que matizar que no es sinónimo de confianza.
Confianza, la marca de la casa
Un sello distintivo de las economías exitosas es que exhiben un alto nivel de confianza. En general, se puede asumir, incluso sin un contrato formal, que en un entorno de este tipo no se aprovecharán de uno.
¿Pero cómo crean las empresas la confianza que ayuda a florecer el intercambio económico? Una estrategia es contratar personas de confianza. Otra, seguir un plan a largo plazo que enfatice la importancia de los negocios futuros. La transparencia empresarial es la clave de esta estrategia: los clientes deben poder observar cómo la organización los ha tratado en el pasado.
Los economistas se preocupan por la confianza porque está estrechamente relacionada con la actividad económica. Su ausencia conduce a menores salarios, ganancias y empleo, mientras que su presencia facilita el comercio y fomenta la actividad que agrega valor económico.
Para un negocio, la confianza puede convertirse en una ventaja competitiva fundamental: es más probable que los compradores elijan empresas que creen que son honrados y confiables, es decir, no solo interesados en maximizar las ganancias. Para competir, los vendedores “racionales” que maximizan las ganancias deben utilizar alternativas contractuales a la confianza, que generalmente son un sustituto pobre y costoso. El resultado es que los vendedores virtuosos pueden tener una influencia importante en el mercado al crear incentivos para que los vendedores racionales los imiten. De este modo aumenta la confianza de la economía y se extiende la transparencia empresarial.