Tipos de inversiones: el beneficio de conocer dónde se pone el dinero
No todos los tipos de inversiones funcionan igual. Algunas tienen más riesgo que otras, aunque también presentan un mayor potencial a la hora de alcanzar objetivos rápidamente. Otras tienen un rendimiento orientado al largo plazo, con un riesgo menor, pero impiden disfrutar libremente de los fondos. ¿Cuál de todos los tipos de inversiones es más conveniente? Como generalizar es imposible en este asunto, lo mejor es conocer lo que implica cada una.
Los 4 tipos de inversiones más habituales
Existen muchas formas de invertir para lograr que el dinero produzca beneficios. Sin embargo, cada persona deberá saber dónde colocar sus activos. Para que la decisión sea acertada, antes hay que conocer lo que hay detrás de los distintos tipos de inversiones:
- Bonos: esta opción consiste en un préstamo que un inversionista hace a una organización a cambio del pago de intereses durante un periodo establecido. Se trata de una promesa de pago a la que el deudor queda comprometido. Existen diferentes clases de bonos, aunque entre sus ventajas comunes se encuentran su seguridad y negociabilidad. La rentabilidad de estos tipos de inversiones variará en función del riesgo. También hay que tener en cuenta que, si se desea recuperar la inversión antes del plazo fijado para el vencimiento, es posible que la operación no resulte en absoluto rentable.
- Acciones: adquirir una porción de una empresa puede ser una inversión muy acertada, aunque para llegar a ese punto antes siempre es recomendable estudiar la compañía, su tamaño, funcionamiento, resultados y potencial. Para muchos, se trata de una de los tipos de inversiones asociados a un mayor riesgo, puesto que son bastantes las variables que entran en juego a la hora de determinar si la iniciativa terminará con éxito o no, y algunas de ellas escapan del control del inversionista (y de la propia empresa).
- Fondos de inversión: bajo este término paraguas se acogen una variedad de tipos de inversión que tienen en común un gran beneficio, la diversificación que permiten. Además, otra ventaja en comparación a otras inversiones es la disponibilidad del dinero, que garantiza la liquidez en cualquier momento. Sin embargo, antes de planearse el destinar una cantidad a los fondos hay que tener en cuenta que no se corrige la pérdida de valor que pueden sufrir por causas como la inflación, algo que puede dar lugar a una rentabilidad incluso negativa.
- Opciones: las opciones son contratos que otorgan al comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un valor. Existen dos tipos de inversiones que pueden encuadrarse en este grupo, las put y las call. Entre sus ventajas cabe destacar la modulación del riesgo, puesto que está en manos del inversor el decidir hasta dónde llegar. Además no es necesaria una inversión mínima. No obstante, antes de invertir en opciones hay que tener en cuenta cómo la volatilidad podría llegar a afectar a los resultados.
En la actualidad, el inversor tiene múltiples opciones para hacer su dinero más rentable. De los futuros financieros a las opciones de compra, o de las inversiones alternativas a la inversión que se hace en un plan de pensiones. Cuál escoger dependerá de la tolerancia al riesgo y del plazo en el que se desee disfrutar de los beneficios de la operación.