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Son las respuestas las que determinan cómo es la innovación de tu empresa

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La empresa que quiera ser innovadora debe estar preparada para hacerse preguntas cuyas respuestas quizás no les sean agradables o que realmente no hubieran querido saberlas. Eso se debe a que cuando en una organización de forma sistemática se empiezan a hacer preguntas, por muy útiles o válidas que estas sean, es habitual que se produzcan discrepancias y resistencias especialmente entre aquellas partes de la organización cuyos “intereses” son puestos en cuestión o pueden verse afectados. Pero esto constituye, para aquellos que quieren afrontarlo, una maravillosa oportunidad para iniciar un cambio de posición de la innovación en las prioridades de la organización.


Una de las mejores formas de introducir la sistemática de las preguntas es construir un “banco de preguntas”, es decir, una lista de preguntas y sus respuestas que se vaya ampliando y modificando en el tiempo que nos ayuden a extraer datos, información o conocimiento, pero también las aportaciones de valor de los miembros de la organización como son las percepciones, las intuiciones o las opiniones cualitativas. Este banco estaría formado por bloques que cuestionen las diferentes áreas estratégicas de la organización, o por bloques orientados a dar respuesta al Canvas de Osterwalder, o aquella estructura que se considere es más adecuada para un mejor conocimiento colectivo. 


Ante esta propuesta hay quien podría decir que lo que se pregunta ya se encuentra en diversos documentos que se tienen en la empresa o que son respuestas que algunos ya conocen. Las ventajas de tenerlas escritas en un entorno común y accesibles a todos aquellos que pueden tomar decisiones (o a todo el personal) son por un lado que exista una visión compartida de la información y por otro lado, que quizás más importante, que se tenga acceso a información relevante que puede condicionar una decisión de consecuencias sustanciales en las actuaciones estratégicas que tome la organización.


Las respuestas en este banco de preguntas deberían ser revisadas periódicamente o cuando se considere que parte de la información o de las percepciones están desactualizadas, son obsoletas o no tienen utilidad porque no sirven al haberse situado la organización en un nuevo entorno. Esta revisión puede ayudar a generar una realineación estratégica y perceptiva que permita que todos los que tengan acceso puedan tener la misma visión del futuro de la organización.


En este banco de preguntas uno de los bloques debería ser el relacionado con la innovación. Y algunas de las preguntas (y sus respuestas) que deberían estar son las siguientes:



  • ¿Cómo definimos la innovación?


Cuál es la definición que se tiene de la innovación. Como sabemos existen diferentes definiciones para la innovación pero nuestra organización debería tener la suya, que sea conocida por todos.



  • ¿Cómo la medimos?


Cuáles son los indicadores que estamos utilizando para medir la innovación que desarrollamos. Pero en esto hemos de tener muy en cuenta que estos indicadores deben estar alineados con la definición de innovación que hemos considerado como propia de la organización.



  • ¿Tenemos un proceso de innovación estratégica?  ¿Por qué?


En una organización debería existir un proceso de innovación estratégica. Pero cuando se quiere empezar a innovar puede que aún no exista por lo que la respuesta de ser negativa debe explicar porque aún no se tiene y que supone no tenerlo.



  • ¿Cuál es nuestro proceso de innovación?


Cuando la respuesta a la anterior pregunta es afirmativa entonces aquí se describe cual es el proceso en la organización. Esta es una cuestión interesante porque el proceso que definamos debe incluir un procedimiento de revisión y actualización, especialmente cuando lo definimos por primera vez ya que todo proceso debe mejorarse en el tiempo y actualizarse a los cambios que se producen tanto interna como externamente.



  • ¿Qué tan efectivo es nuestro proceso?


La respuesta a esta cuestión es en la mayoría de ocasiones una percepción por parte de los que participan en el grupo que debe contestarla. En esta pregunta dado que puede ocurrir que la respuesta no sea la deseable (lo cual podría ser desagradable) hay que ser consciente que es preferible ser realista que no autoengañarse porque entonces podríamos tomar decisiones peligrosas.



  • ¿Cómo sabemos que es efectivo nuestro proceso?


Qué indicadores nos pueden ayudar a saber el grado de efectividad de nuestro proceso. Y estos indicadores son los que nos deberían sustentar la respuesta a la anterior pregunta. Por tanto han de ser indicadores que permitan conocer la situación real del proceso.


Estas primeras preguntas son las que considero que deberíamos hacernos y tener contestadas a disposición de todos los empleados cuando queremos ser innovadores porque establecen las bases estructurales de la innovación en la empresa.