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Si la Innovación no tiene derecho a un variable, es que la Innovación no tiene valor

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innovaciónLa preocupante situación de las patentes en España es un factor que cuestiona el verdadero nivel de la Investigación y Desarrollo, la tan publicitada I+D. Es decir, cuestiona que el sistema de innovación tiene perdida su orientación. A esta pretende dar respuesta una nueva Ley de Patentes que está en proceso de tramitación parlamentaria; y para dar mi opinión como experto sobre este proyecto de Ley comparecí el pasado 3 de marzo ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados.

Antes sus señorías presenté y expliqué las preocupantes cifras del Sistema de Patentes en España que resumían los datos de los Informes de Investigación publicados por OBS titulados “El Sistema de Patentes 2014” y “Internacionalización de la Innovación 2014”. Estos datos visualizan una tendencia decreciente en solicitudes nacionales que además en 2013 llevó al sorprendente “sorpasso” de las solicitudes de particulares frente a las solicitudes de las empresas, es decir, que ese año pedían más registros de patentes más las personas que las empresas lo cual reflejaba de forma incuestionable la decadencia de un sistema de patentes nacional que no ha conseguido generar en el tejido empresarial la necesidad de una “cultura de patentes”. A continuación describí las tendencias en patentes de los cinco países que más internacionalizan sus patentes que son por orden: Estados Unidos, Japón, Alemania, Corea y China unos datos que indican un relevante crecimiento especialmente en los países asiáticos, que de forma significativa no pararon de crecer pese a la crisis que se producía en el mundo en los últimos años. Esta situación refleja además una deficiente visión estratégica de muchas empresas que internacionalizan sus innovaciones sin la adecuada protección de las mismas y, en numerosos casos además ven como a sus innovaciones se les impide su comercialización en aquellos países en que sus competidores que sí que han patentado sus invenciones actúan presentando demandas por infracción de patentes.

Para incentivar un cambio de tendencia especialmente dirigida a quienes son los verdaderos actores de la innovación: los inventores en las empresas, expuse lo que en mi opinión es uno de los elementos, que de incorporarse en la nueva Ley, influirían de forma positiva para que los empleados entendieran y visualizaran que las patentes son importantes. Este elemento es el reconocimiento del derecho a una retribución variable vinculada a los resultados tangibles o intangibles que generan en las empresas las innovaciones que incorporan las patentes de los que estos empleados constan como inventores. Este derecho a retribución por Ley es algo que existe en países como Alemania, China, Corea o Japón; pero este derecho no se da solo en estos países, existe en muchos otros como algunos que tienen una destacada imagen como países innovadores como Israel o Finlandia, o en otros con menor peso como Polonia o el Kirguistán pero que han entendido que se debe influir en la motivación de los innovadores en las empresas de una forma clara y objetiva como es la que supone el reparto de beneficios, una aplicación de un modelo de win-win que rompe con paradigmas obsoletos.

Soy consciente y conocedor de que entre los gurús de la Innovación y, especialmente, en los de los Recursos Humanos como Amabile o Ariely existen los que exponen con sintomática vehemencia que los incentivos económicos no ayudan a la innovación y la creatividad sino que suponen un factor que las desestabiliza y provoca resultados contrarios a los deseados. Es curioso que ese mismo discurso no se realice cuando se propone que las personas se dediquen a ser emprendedores, es decir, parece que el incentivo económico funciona para los emprendedores y no en los empleados.

 

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Gian-Lluís Ribechini

Ahora bien como expuse a sus señorías:

Hoy en día nadie discute que los vendedores tengan un variable sobre las ventas, o que los directivos tengan un variable por la consecución de sus objetivos, pero cuando se plantea que los innovadores tengan un variable entonces la respuesta es que para eso se les paga un sueldo. ¿Acaso los vendedores y directivos no tienen sueldo?

Mientras a la Innovación no se le reconozca el derecho a un variable por los beneficios que consigue estaremos enviando un mensaje claro que la Innovación no importa, porque aquello por lo que no se paga es porque se considera que no tiene ningún valor”.

Si te interesa escuchar la comparecencia la podrás encontrar en este enlace.