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Señales que te advierten de la desmotivación del equipo y el riesgo de burnout

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La monitorización es una de las tareas clave de cualquier jefe de proyecto, puesto que sólo así se pueden detectar los primeros indicios de que el personal pierde motivación o de que existen miembros del equipo con síntomas de burnout. Si esto sucede, no importa lo urgente que sea seguir adelante con la programación del proyecto, puesto que, si no se logra poner una solución a tiempo, las consecuencias pueden llegar a ser desastrosas, para la iniciativa en marcha y para el futuro de la compañía.

Desmotivación, desgaste, estrés y burnout

Como Director de Proyecto has de saber que estas emociones no son equivalentes, aunque parezcan similares. Cuando las personas sufren de agotamiento, esto afecta a todos los aspectos de su trabajo e incluso alcanza la esfera personal. La psicología define esta situación como una etapa de fatiga persistente, carencia de interés o ausencia de entusiasmo que, de no prevenirse o tratarse, podría desembocar en una enfermedad, el síndrome del trabajador quemado o burnout. La predisposición personal es determinante en la evolución de un cuadro psicológico de este tipo aunque, si se actúa a tiempo, puede evitarse o retrasarse al máximo su aparición. Para ello, el Project Manager ha de estar pendiente de las reacciones de los miembros de los equipos por si nota que los siguientes síntomas se hacen evidentes:

  1. Actividad extrema: las personas que siempre se ofrecen a todo o se entusiasman en exceso ante cada nueva tarea pueden ser individuos que dependen de su integración en el proyecto para definir su identidad. Se trata de un ejemplo de motivación compulsiva, similar a la codependencia, en la que el trabajador en realidad está tratando de demostrarse a sí mismo lo que vale.

  2. Aumento del nivel de esfuerzo: la energía se pone al límite cuando la persona avanza imparable por voluntad propia ya que a cuanto más se enfrenta, más se demuestra que es indispensable.
  3. Falta de espacio personal: el individuo empieza a darse cuenta de que le falta tiempo. El ocio, la familia, los amigos y la propia persona van quedando abandonados, relegados por la preocupación y una ilusión de responsabilidad exacerbada.
  4. Somatización: en dirección hacia el burnout, el miembro del equipo de proyecto comienza a sentir los efectos fisiológicos de algo que no acierta a identificar. Desde tu posición de Project Manager, puedes empezar a prestar atención al escuchar quejas acerca de dolores de estómago, insomnio u otras dolencias físicas.
  5. Falta de sentido: la persona comienza a darse cuenta de que le cuesta encontrar valor en diferentes aspectos de la vida. Todo lo hace por y para el trabajo. Intenta convencerse de que no hay ningún problema pero no es así. Aquí puede notarse que su rendimiento empieza a decaer.
  6. Insatisfacción: la persona comienza a mostrarse más cínica y a criticar a los demás, sobre todo por falta de esfuerzo en comparación con el mismo. Se empieza a enrarecer el ambiente de trabajo.
  7. Aislamiento: la persona se separa del equipo y, pese a que participa en las reuniones de proyecto está excluido de la dimensión social. Esto se nota en la hora del almuerzo o las pausas. También este momento puede coincidir con el inicio de la toma de algún tipo de medicación.
  8. Evidencia: el burnout se hace evidente para todos. Ya no es sólo el Project Manager quien lo percibe sino que todo el equipo se da cuenta de que algo va mal con esa persona, aunque nadie entiende qué puede ser.
  9. Vacío: tanto en el trabajo como en el ámbito familiar el individuo transita de una responsabilidad a otra sin entusiasmo y sin disfrutar. No le queda tiempo para relajarse.
  10. Tristeza: la ausencia de alegría caracteriza una etapa muy avanzada del síndrome del trabajador quemado. Él mismo elige dedicarse a actividades que no resultan gratificantes ni son divertidas en lugar de esforzarse por llenar el tiempo vacío con algo enriquecedor.
  11. Depresión clínica: es oficial, un miembro del equipo de proyecto está deprimido. Ya no existe ninguna pretensión de entusiasmo hacia el trabajo ni para cualquier otra cosa por su parte. La persona pasa de la apatía a la agitación en minutos, sin lograr en ningún momento encontrar el equilibrio que necesita.
  12. Burnout: el agotamiento es total y el bloqueo mental evidente. La persona está en peligro. Es necesario que acuda a un médico para evitar el colapso, que es ya inminente. Si, como Director de Proyecto, no has detectado ningún síntoma hasta este momento, puede ser que los mecanismos de monitorización no sean efectivos. En este caso, lo primero es mostrar apoyo a la persona y priorizar su recuperación. Para el futuro será necesario mejorar los métodos y herramientas de seguimiento, para evitar que una situación así se vuelva a producir.