Seguridad en la nube para proteger la propiedad intelectual
Para los profesionales que trabajan defendiendo la seguridad de la propiedad intelectual es importante en todo momento mantenerse actualizados a las últimas tendencias. Y si nos referimos a tecnología que ha cambiado el mundo tal y como lo conocemos hasta ahora, tanto profesionalmente como en términos de sociedad, lo que tenemos que hacer es hablar obligatoriamente de la nube. Hoy día todo gira alrededor de los entornos cloud y la seguridad en la nube se ha posicionado como uno de los soportes fundamentales para los profesionales de la propiedad intelectual.
No obstante, es obvio entender que por mucho que la nube abra muchas posibilidades, también nos expone a riesgos, motivo por el cual hay que trabajar de una manera organizada conociendo la nube en su totalidad.
Entender la nube como aspecto crucial
Es importante que entendamos la nube y su funcionamiento. Nos puede parecer interesante y tentadora, pero antes de volcarnos de lleno en ella y llevar todo nuestro trabajo de propiedad intelectual hacia la misma, tenemos que entenderla para no cometer ningún tipo de error. La nube nos apoya de forma considerable en la defensa y protección de la propiedad intelectual, pero al mismo tiempo nos expone a riesgos. Por ello no podemos simplemente lanzarnos a la piscina sin una base y una planificación.
Con la propiedad actual siempre hemos tenido la garantía, seguridad y confianza de saber dónde y cómo están guardados los datos. Pero con la introducción de la nube esto cambia, dado que pasan a encontrarse en un entorno virtual del cual no tenemos tanto control. Esto se encuentra en contraposición directa a los gustos de los expertos en propiedad intelectual, pero al mismo tiempo también es una clara demostración de cómo evoluciona el sector y de la importancia de mantenernos en paralelo a estos cambios.
Los riesgos menos predecibles
Hablando de delitos informáticos la propiedad intelectual se encuentra en el ojo del huracán. Es un botín goloso que muchos delincuentes intentan conseguir atacando servidores y entornos corporativos virtuales. La nube se convierte en lo más parecido a una tienda de 24 horas para los hackers, que saben que todo se encuentra alojado en ella. Y así es como se intentan ataques por medio de iniciativas de phishing o malware. Pero los estudios demuestran que en realidad los mayores peligros que sufrimos en la nube proceden de otras fuentes.
Los principales ataques que ponen en riesgo la nube de una manera clara son aquellos que vienen de la mano de antiguos empleados a los que no se ha eliminado el acceso a los archivos sensibles, socios o colaboradores que de alguna manera continúan teniendo un acceso que tendría que ser eliminado o personas que conocen información corporativa y que colaboran con un hacker para uniendo fuerzas poder desbaratar los sistemas de seguridad. La nube representa un entorno seguro, pero por supuesto hay maneras de entrar en él por mucho que se hayan levantado todas las defensas posibles.
Más seguridad gracias a la nube
Los especialistas coinciden en que la propiedad intelectual se ha beneficiado en gran manera de la existencia de la nube y de la forma en la que ahora se almacenan los archivos. Se puede decir que indudablemente la nube es más segura que cualquier dispositivo o sistema físico de almacenaje de la información. Pero para que la nube sea segura, tenemos que trabajar en ello y en la configuración de la misma. En este sentido, lo que tenemos que asegurarnos es de que toda la información se encuentra cifrada de forma adecuada. Esto evitará cualquier tipo de problema y hará que nuestra base de datos de propiedad intelectual siempre esté protegida.