Scrum metodología: el motivador
El desbloqueo de la motivación no sólo mejora la eficiencia del proyecto, sino que optimiza resultados y fomenta la cohesión del equipo. Scrum metodología, al transformar el clima en base a sus principios y su particular puesta en práctica, consigue estos efectos positivos que parten de la psique de todos los involucrados en un proceso de desarrollo.
Scrum metodología: la favorita de todos
Cuando se prueba Scrum metodología es frecuente no querer volver a aplicar otros métodos. Su potencial visual, su transparencia y su simplicidad ganan adeptos a ambos lados de la mesa de proyecto. Para los integrantes de los equipos, es altamente satisfactorio el poder unirse a una reunión de progreso y trasladar una de las notas adhesivas (post - its) a la columna de las tareas completadas; para los managers y responsables, nada más sencillo que una gestión compartimentada y bien estructurada, donde cada actividad y tarea tienen claramente asignada una fecha de finalización fija. En general, cuando se produce la transición a una metodología ágil desde cualquier otra de enfoque más tradicional, se consigue actuar de manera muy efectiva sobre la motivación de las personas:
- Aumenta el consenso.
- Se percibe una gestión más justa.
- La carga de trabajo se reparte con mayor equidad.
- Los compromisos están bien definidos.
El resultado es que los proyectos terminan a tiempo, el desarrollo se lleva a cabo en la práctica de la misma forma en que se estableció sobre el papel (mejor dicho, sobre el post - it) y aumenta de valor la aportación de cada individuo, fruto del compromiso y entusiasmo renovados con el trabajo. La propia naturaleza de Scrum metodología lo hace posible, en especial debido a tres de sus principales características:
- Publicidad: los plazos, el alcance del proyecto, el de cada tarea, las dependencias entre actividades, el establecimiento de prioridades... todo es público. Las reuniones conocidas como "daily scrums" permiten a todos el equipo adquirir la actualización necesaria, comprometerse frente al resto e informar de su progreso, haciéndoles partícipes de los diferentes enfoques. Otro de sus puntos fuertes es que, en vez de que sea el responsable quien asigne las tareas, por lo general, son los propios miembros de los equipos quienes las asumen y se las atribuyen de forma voluntaria.
- Programación: dada la duración reducida de las iteraciones en Scrum metodología, siempre existe una fecha límite en el horizonte cercano. Este hecho contribuye a fomentar la disciplina, muy necesaria, en especial, cuando se está llevando a cabo un esfuerzo de desarrollo importante y a largo plazo, en el que la entrega iterativo e incremental no se emplean.
- Visualización: el colorido y la fuerza de las notas adhesivas va creando la atmósfera tan característica de este método. De esta forma, aumenta la sensación de cohesión y se fomenta la visión estratégica, así como la proactividad de las personas.
No obstante, no hay que confiarse y pensar que, tras la aplicación de Scrum metodología un proyecto está predestinado al éxito. Puede haber fracaso, por ejemplo, si no se tienen claros los objetivos o si no se logra el compromiso necesario con los participantes del proyecto. Aunque, por supuesto, ahí es donde entre en juego la habilidad del Project Manager para saber prevenirlo y evitarlo a tiempo.