Ocho elementos esenciales en un proyecto empresarial
Un proyecto empresarial es el encargado de poner en marcha una idea de negocio. Sin embargo, esto no se logra de un día para otro; es necesario elaborar un plan que sirva de hoja de ruta para conseguir tal objetivo.
Además, los proyectos empresariales no terminan una vez se abre por primera vez un local o una tienda. Ese es, de hecho, sólo el principio. El verdadero reto es mantenerse a flote en el mercado en el que hemos incursionado, y para ello hace falta definir algunos aspectos esenciales en la fase previa. ¡Te los contamos a continuación!
Bases para un proyecto empresarial
Antes de ello, sin embargo, recordemos que existen tres elementos sobre los que se fundamenta cualquier proyecto empresarial, independiente de cuál sea el área, sector comercial o campo en el que se pretenda implementar.
Hablamos concretamente del mercado, los trámites administrativos (requerimientos exigidos según la legislación vigente para las empresas) y el modelo de financiación.
El primero de ellos nos ayuda a entrever si nuestra idea de negocio tiene verdaderas opciones en el escenario comercial, si la idea es coherente tanto con la empresa como con las necesidades de los consumidores y si hay mucha competencia.
El segundo, por su parte, nos da garantía de que la idea de negocio cumple con todos los requisitos exigidos por la legislación. Y, finalmente, el tercero habla de la manera en la que conseguiremos los recursos necesarios para hacer frente a las responsabilidades y compromisos propios de la operación del negocio.
Lo que no debes olvidar de cara a un proyecto empresarial
Una vez planteado el proyecto empresarial, el plan del mismo debe tener en cuenta ocho elementos esenciales que detallamos a continuación:
- Identificación: habla de la forma jurídica que adoptar la empresa, así como el nombre, su ubicación y el área de actuación.
- Promotores: las personas que están al frente del negocio y, sobre todo, las que oficiarán como responsables del mismo.
- Descripción de la idea de negocio: se refiere al sector de desempeño y se describe la apuesta concreta del negocio dentro de esa dinámica.
- Estudio del entorno: el DAFO o el método Pestel son algunos recursos que se pueden emplear para analizar el mercado y el entorno del mismo.
- Plan de marketing: producto, precio, promoción y distribución son los 4 elementos que no pueden faltar en plan de marketing de cada empresa.
- Plan de producción: habla de los recursos (humanos o técnicos) y de las capacidades para afrontar los retos de la puesta en marcha de la idea de negocio.
- Plan de Recursos Humanos: se orienta a la gestión del capital humano que constituye tu proyecto empresarial, especialmente el talento de quienes conforman los equipos de trabajo en cada área.
- Plan económico-financiero: responde a la pregunta esencial de cómo se financiará el proyecto empresarial en todas sus fases, no sólo en la inicial. Y, claro, habla de cómo se rentabilizarán las inversiones y los resultados.
¿Quieres sacar adelante tu propio proyecto empresarial? Fíjate en los elementos que te hemos descrito en este post y aplícalos de la mejor manera. Será una garantía de sostenibilidad y rentabilidad para la consecución de tus objetivos.