Mejora tu capacidad de análisis con estos 5 consejos
A los directores de empresa se les suelen exigir habilidades como el liderazgo, la gestión de equipos, la motivación, la implementación de recursos y la capacidad de análisis, entre otras herramientas indispensables para su labor.
Aunque no figura entre las más habilidades más comentadas, esta última constituye una de las más importantes en la gestión de negocios, toda vez que supone el desarrollo de una mirada crítica, minuciosa, previsora y proactiva que no todos los responsables de la dirección o la gerencia desarrollan como es debido.
¿La experiencia laboral es un requisito para la capacidad de análisis?
Habitualmente se cree que solamente los profesionales con experiencia desarrollan una capacidad de análisis suficiente como para tener éxito en los negocios y la gestión de empresas. De hecho, el fracaso en este ámbito se asocia a la inexperiencia laboral, la improvisación y las pocas herramientas adquiridas durante una trayectoria.
Y sí, en cierta forma es así: los años de experiencia proporcionan una visión global de la dirección de empresas y suministran recursos indispensables para la consecución de los objetivos, tanto los individuales como los corporativos.
No obstante, eso no quiere decir que sea una condición a priori para aquello que nos hemos trazado en este terreno. Se puede tener una alta capacidad de análisis sin haber acumulado cierto número de años de ejercicio laboral. Más que una consecuencia de la experiencia, es una cualidad personal que luego se perfecciona.
Consejos para desarrollar tu capacidad de análisis
Mirada trasversal y a largo plazo, ponderación, previsión, autocrítica, planificación, capacidad de respuesta e implementación de soluciones oportunas son algunas de los elementos inherentes a la capacidad de análisis.
Si bien es necesario contar con una habilidad natural para desarrollar la mirada propia de quienes cuentan con una capacidad de análisis en el plano empresarial, se trata de una habilidad que también se puede desarrollar. ¿Cómo hacerlo? Aquí te lo contamos:
- Sopesa los datos de los que dispongas con imparcialidad. La mirada limpia que proporciona el no tomar partido, al menos en un principio, es vital en este tipo de procesos.
- Comparte con otras personas el análisis de una situación. Esto será de gran ayuda para la resolución de la misma, en caso de que sea negativa, o para la toma de decisiones, en caso de que impulse una acción nueva. De paso, te dará nuevos puntos de vista del hecho analizado.
- Simplifica los problemas en cada uno de sus componentes. Se trata de una técnica denominada «pelar la cebolla», la cual supone ir a las causas de las situaciones, sus elementos esenciales y los efectos que podría generar. La idea es llegar al corazón de la cebolla (origen del hecho) y tomar una decisión adecuada.
- No te demores tanto en los detalles. Si bien es necesario examinarlos, los detalles también pueden desviar la atención si nos centramos insistentemente en ellos. Recuerda que no son más que flecos de un asunto mayor que late en el corazón mismo de la situación que examinas.
- Procura tener más de una solución para cada situación. Esto de dará un mayor margen de acción cuando debas implementar una mejora.
Por último, no olvides que cuentas con numerosas herramientas visuales que te pueden echar una mano cuando se trate de visualizar un problema. A veces no podemos ver el centro del asunto y es necesario tomar perspectiva y representarlo en algún formato.