Los costes variables, elemento clave para la viabilidad del proyecto
Uno de los factores más importantes que hay que tener presente en el estudio de la viabilidad de un proyecto es el coste o gasto que va a suponer la fabricación de un producto o la prestación del servicio. Este dato permitirá conocer el coste total de la actividad y ayudará a establecer el precio del producto o servicio y el mínimo de ventas necesarias para que el negocio sea realmente rentable. Calcular los costos de manera precisa no es tarea sencilla, pues son muchos los factores que influyen en este proceso y que pueden aumentar el coste total del proyecto. No obstante, en todo proyecto se pueden diferenciar dos tipos básicos de costes: costes fijos y variables.
- Los costes fijos son independientes a la producción. Son gastos que se repiten periódicamente y que no suelen variar demasiado.
- Mientras que los costes variables, como su nombre indica, son aquellos que varían, que aumentan o disminuyen en función del volumen de actividad que exista en cada momento.
Tipos de costes variables
Identificar cuáles son los costes fijos o variables puede resultar en ocasiones difícil. Muchas veces, los costes que pueden ser fijos para determinadas empresas o proyectos, son variables para otros. Esto dependerá de las características y necesidades de cada empresa, por eso, las empresas deben analizar y determinar qué costes van a considerar fijos y cuáles van a clasificarse como costes variables. Los costes variables, como se ha explicado anteriormente, incrementan a medida que la productividad aumenta y se reducen si la el volumen de actividad disminuye. Por norma general se consideran costes variables:
- Materiales y productos. Se trata de aquellos materiales y productos necesarios para llevar a cabo la actividad como materias primas o el material de oficina.
- Mano de obra. Ésta también puede variar en función de la cantidad de actividad que tenga la empresa. Si el volumen es grande necesitará aumentar la plantilla o contratar los servicios de otras empresas, por lo que el coste se verá incrementado al tener que pagar más salarios o los servicios prestados.
- Otros gastos generales, como gastos en combustible, transporte, reparaciones de máquina o incluso comisiones por ventas.
Tipos de costes fijos
Los costes fijos no son fijos de manera permanente. Muchas veces pueden variar por diversos motivos, hecho que habrá que tener presente y prever a tiempo. Algunos de los costes que, por norma general, suelen considerarse como fijos son:
- Alquiler de local. Es uno de los gastos más comunes, el alquiler del local es un gasto fijo mensual.
- Gastos financieros, como el pago de préstamos o comisiones bancarias.
- Gastos de gestoría. La mayoría de las empresas contratan este tipo de servicios, lo que supone un gasto fijo mensual.
- Suministros. Aunque algunos podrán variar en función de la producción, existen gastos que son más o menos fijos, como las tarifas de teléfono, internet o incluso la luz.
- Otros gastos, como impuestos fijos o servicios de leasing, que suponen un gasto fijo bien de tipo mensual, trimestral o anual.