Impresoras 3D y nuevas posibilidades empresariales ¿mito o realidad?
En los últimos años, los avances tecnológicos han revolucionado el mundo de la impresión. Desde las primeras impresoras, allá por la década de los 50, hasta nuestros días las impresoras han evolucionado de manera sustancial. Se ha pasado de una maquinaria pesada que imprimía lentamente en papel a otras herramientas más ligeras, rápidas y precisas, con una calidad mayor, que imprimen a todo color en materiales diferentes.
De la ficción a la realidad
En la última década, lo que parecía ciencia ficción se ha convertido en una realidad. La posibilidad de que una impresora construya objetos tridimensionales con materiales diferentes es ya un hecho. Son múltiples las impresoras 3D que se comercializan en el mercado. Todas ellas con una característica común, la capacidad de crear un objeto diseñado en tres dimensiones a través de un ordenador. Existe una gran variedad de tipos de impresoras 3D, que se diferencian por el método y los materiales que utilizan. Así, podemos encontrar impresoras que crean objetos por deposición fundida (utilizando material plástico), por esteriolitografía, donde se utiliza una resina que se polimeriza mediante luz UV, o por sinterización selectiva por láser, similar al anterior pero donde la luz ultravioleta se sustituye por un láser y permite crear objetos de materiales muy diversos como plásticos, cerámicas o metales.
Cada día nos inundan los periódicos con noticias tan inverosímiles como la detención de un ciudadano japonés por utilizar un arma construida gracias a una impresora 3D o la sustitución de una mano protésica por otra creada también con este tipo de impresoras. Y es que las utilidades que tienen este tipo de maquinaría parece que no tiene límites. Los avances son cada vez más rápidos y mayores. Existen impresoras 3D que fabrican tazas, jarrones y objetos de decoración, juguetes, joyas, maquillaje, zapatos, tartas, piezas de ingeniería y hasta casas. Pero los avances no cesan aquí, ya se plantea la posibilidad de crear incluso órganos con células madres. Esta herramienta revolucionaria ofrece todo tipo de posibilidades, tanto a nivel doméstico como industrial, ya que permite una fabricación totalmente a medida a bajo coste, al utilizar sólo el material que precisa, sin desperdiciar nada. Con sólo escanear tu cuerpo, puedes tener desde prendas a medida a todo tipo de prótesis adaptadas totalmente a ti. Además, parece que todo son ventajas, ya que ahorra costes, materiales, tiempo, energía y espacio, ya que no es necesario tener guardados los moldes, sólo los archivos digitales.
Así pues las impresoras 3D están abriendo una nueva vía de negocio en el futuro de las empresas, al permitir que éstas ofrezcan un producto exclusivo, fabricado al gusto y a la medida del consumidor.