Gestión financiera: la transformación hacia un modelo ágil
Una organización ágil se distingue por su eficiencia, rentabilidad y resistencia. Un negocio que alinea su gestión financiera con los principios ágiles es consciente de cómo se genera el valor, está alerta a las amenazas en el entorno y busca oportunidades.
El planteamiento ágil facilita el diseño de estrategias que se adaptan a las circunstancias cambiantes y también hace más sencilla su implementación. ¿Cómo si no sería posible probar nuevas ideas y escalar rápidamente si funcionan? ¿De qué modo se podrían reasignar recursos a donde los rendimientos o las perspectivas son mejores?
Cómo avanzar hacia una gestión financiera ágil
El planteamiento ágil configura un modelo de negocio más adaptativo y preparado para el cambio. La forma en que los responsables de la gestión financiera pueden apoyar la transición a este nuevo enfoque tiene que ver con las siguientes claves:
- Promover una contabilidad más eficiente. Es capaz de informar a la estrategia porque entiende cómo funciona el modelo de negocio y cuáles son los factores de valor, incluidos los intangibles, que también son importantes para el éxito del modelo.
- Fomentar la escalabilidad en la función contable. La gestión financiera y contable lideran la exploración del horizonte, asegurándose de que los responsables de la toma de decisiones estén alertas a los desarrollos externos, incluidas las nuevas tecnologías o los nuevos modelos de negocios, y tengan la información que necesitan para desarrollar una respuesta estratégica.
- Definir indicadores de rendimiento. Esta función desarrolla métricas de rendimiento e hitos para medir y gestionar el progreso. De esta forma, permite que la empresa implemente nuevas estrategias y lleve productos y servicios al mercado rápidamente, minimizando las probabilidades de fracaso.
- Realizar análisis dimensionales. El objetivo es aportar transparencia sobre lo que funciona en el negocio y lo que no, y para eso hay que categorizar por segmento de clientes, producto, canal, equipo de ventas o cualquier dimensión que sea relevante para la empresa. De este modo, también resulta más sencillo identificar oportunidades para optimizar la asignación de recursos, gestionar riesgos de forma proactiva e innovar.
Las claves de la transformación financiera
La mayoría de cambios que ayudarán a la gestión financiera a dar soporte al negocio en su transición hacia un nuevo modelo, basado en el enfoque ágil, requieren de la tecnología. Los responsables de este área tendrán que prestar especial atención a tres puntos:
- Abrazar la innovación. No hay que luchar contra el cambio, de hecho, la manera de fomentarlo es perdiendo la aversión al riesgo que impide adoptar los últimos avances, como la planificación de recursos empresariales en la nube (ERP), la automatización de procesos robóticos y el aprendizaje automático para garantizar eficiencia y escalabilidad en las operaciones contables y la gestión financiera.
- Fomentar el autoservicio en el consumo de información. En base a cuadros de mando personalizados y utilizando sistemas de inteligencia empresarial, la función de análisis y planificación financiera amplía su competencia incorporando una gama más amplia de datos, incluidas las nuevas formas de big data, y proporcionando el análisis y la información necesarias para mejorar el rendimiento del negocio.
- Velando por la consecución de una visión única. Herramientas de integración de la información, gobierno de datos y gestión de metadatos contribuyen a evitar los silos y centralizar el conocimiento de la organización, algo imprescindible en todo lo que concierne a sus finanzas.
La gestión financiera es una función relevante y su transformación es prioritaria para que pueda seguir cumpliendo sus objetivos de mejorar la toma de decisiones y la gestión del rendimiento.