El límite de la innovación es el límite que pongas a tu imaginación
Innovar es solucionar los problemas de forma sencilla y efectiva. Recientemente la Oficina Europea de Patentes ha anunciado los ganadores de los Premios al Inventor Europeo del Año 2014. Una de las categorías es la del “Reconocimiento a una vida” en la que este año el premiado ha sido el alemán Artur Fischer alguien a quién por su nombre seguramente es poco conocido pero de quien probablemente muchos de los lectores de este blog alguna vez han usado alguno de sus inventos, entre los que destaca su invención más famosa: el “taco Fischer”, de la que por supuesto existen patentes a su nombre.
Artur Fischer a lo largo de su vida ha realizado más de 1100 solicitudes de patentes y modelos de utilidad. Es el creador de la línea de juguetes educativos “fischertechnik” que está pensada para desarrollar desde la infancia la enseñanza de la tecnología de forma aplicada y práctica; así los niños y niñas aprenden a montar desde las máquinas de Leonardo da Vinci hasta instalaciones en las que aprenden como aplicar la robótica.
El ejemplo de Artur Fisher nos expone como la capacidad inventiva de las personas para encontrar soluciones a los problemas con las que se obtienen nuevos productos que permiten que se creen empresas de éxito.
La innovación no tiene por qué ser solo desarrollar productos y servicios de alta tecnología sino que lo son también productos y servicios de baja tecnología pero que como que ofrecen respuesta a los problemas que tiene la gente en su vida diaria consiguen el reconocimiento del mercado al que van dirigidos.
Pero además una vida prolífica en invenciones como la de Fisher nos enseña que la capacidad para inventar no tiene límites en las personas y que siempre podemos encontrar soluciones a cualquier problema al que nos enfrentemos. Pero esta capacidad requiere que sea tanto entrenada como fomentada, pero que no debería ser en ningún caso obstaculizada o menospreciada.
Una de sus primeras invenciones fue la de un flash sincronizado con la cámara de fotos que desarrolló en los años 40 del siglo pasado porque un fotógrafo se negó a hacerle una fotografía por el peligro de incendio que suponía el uso de un flash de magnesio de la época en la habitación.
Otra de las categorías en los Premios al Inventor Europeo del Año 2014 es la que se concede a inventores no europeos y este año el premiado ha sido Charles W. Hull que es el inventor de la esterolitografia, es decir, es el creador de la impresión 3D. Sobre esta tecnología ya escribí hace un año (y volveré) y desde entonces ha conseguido ser un tema popular que ya sale en las noticias por televisión o en los magazines de los periódicos generalistas.
Pero en este caso si hablamos de innovaciones de alta tecnología, o al menos, de innovaciones que requieren unos conocimientos avanzados de tecnologías y de materiales. Y también esta innovación ha supuesto la creación de una empresa de éxito 3DSystems que es uno de los líderes mundiales en el desarrollo y aplicación de esta tecnología.
Las aplicaciones que se están desarrollando utilizando la impresión 3D sólo tienen el límite de la imaginación humana y el alcance de lo que se lleva a cabo incluye situaciones como la que se producirá en breve que consiste en enviar al espacio la primera impresora 3D para fabricar piezas de recambio con lo que se reduce la necesidad de lanzar cohetes con repuestos, o el proyecto para desarrollar un sistema de impresión 3D en cadena que será 50 veces más rápido que en la actualidad del que hay que ser conscientes de lo que puede suponer de ventaja competitiva para la fabricación de productos en serie. Esta revolución en tecnologías de fabricación provocará sin duda un cambio sustancial en las relaciones comerciales entre los diversos países por lo que puede suponer de relocalización industrial.
Como vemos tanto las invenciones de baja tecnología como las de alta tecnología pueden conseguir el éxito y ser consideradas por el público innovaciones relevantes y útiles. Sólo es cuestión de usar lo que es propio de las personas: el conocimiento, la creatividad, el ingenio y sobre todo la capacidad de pensar más allá de los propios límites.