El impacto de la estrategia de negocio en la gestión de proyectos
La organización, su misión, su visión y sus valores configuran su forma de posicionarse ante el mercado: clientes, competidores, proveedores, red de contactos... la estrategia de negocio es mucho más que un compendio de metas y objetivos, tiene un valor más trascendental que una simple hoja de ruta hacia un fin. La estrategia de negocio ha de calar en personas y procesos, empapándolos de la cultura de empresa e inspirándolos del afán de lograr hacer realidad una idea. La gestión de proyectos debe integrarse en esta ecuación y no puede, en ningún caso, perder sincronización. Es importante que el modo de conducir un proyecto esté alineado en todo momento con la estrategia de negocio ya que, de otra forma:
- Se puede perder credibilidad, de cara al exterior de la organización.
- Las personas podrían ver descender sus niveles de motivación, al observar cómo el vínculo que les une con la empresa y las metas de proyecto se difumina progresivamente.
- El proyecto podría perder el apoyo de algunos grupos de interés, que no lo entenderían como una prioridad.
- La viabilidad del proyecto podría verse comprometida.
La etapa de iniciación de un proyecto es el momento donde se pone de manifiesto este compromiso ineludible con la estrategia de negocio. Es en esta fase inicial cuando se describen el propósito de la iniciativa y su alcance, a partir de los cuales se puede desarrollar:
- Un modelo de ejecución del trabajo: que requerirá de recursos, materiales y equipos, los cuales se obtendrán en función de las prioridades corporativas.
- Un método de implementación: que necesita una estructura organizacional que le dé soporte.
- Una planificación: que explique cómos se gestionará y controlará todo lo que resulta esencial para llevar el proyecto a buen término, asegurando que se hace de forma eficiente y eficaz, para lo que hay que velar por la alineación con la estrategia de negocio al mismo tiempo.
- Un sistema de establecimiento de prioridades: que asegure que no se producen interferencias entre el plan de proyecto y la planificación estratégica global.
...y cómo la gestión de proyectos impacta en la estrategia de negocio
No es extraño encontrar casos en los que la gestión de proyecto, no sólo impacta sino que también da soporte a la estrategia de negocio. Este tipo de relaciones suelen darse cuando las organizaciones son capaces de extraer conocimiento de las lecciones aprendidas de proyecto, información que emplean para transformar su visión estratégica corporativa dándole un enfoque más adaptativo. Para alcanzar un equilibrio de este tipo, los Directores de Proyecto juegan un papel decisivo ya que los proyectos son la herramienta idónea para implementar la estrategia de negocio en la organización. Los motivos son:
- Su alta frecuencia de aplicación del establecimiento de prioridades.
- Sus especiales condiciones de limitación de recursos, que ponen a prueba cualquier nueva idea.
- La criticidad de mantener la integridad a pesar de los cambios en las circunstancias.
- La necesidad de equilibrar amenazas y oportunidades, que los hacen un ecosistema único.
- Su configuración eminentemente proactiva, que incita a la innovación.