blog de OBS Business School

El espejo de la innovación refleja lo que quieres ver no lo que realmente es

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La docencia sobre temas de innovación por un lado te obliga a procurar estar a la última de lo que se está desarrollando pero sobre todo permite tener una visión de cómo está la innovación en  las empresas en que trabajan o han trabajado mis alumnos. En los debates que realizamos es habitual que se produzcan reflexiones sobre las preguntas o sobre las observaciones que hago a sus comentarios en las que a menudo muestran su preocupación o su desconsuelo al darse cuenta de lo realmente alejada que está la innovación de sus empresas.

En algunos casos es habitual al principio de la asignatura que consideren que su empresa es innovadora pero a medida que vamos viendo características, valores o metodologías que deberían formar parte del sistema de gestión de la innovación de su empresa es cuando “caen del caballo”.

Muchos de los temas son recurrentes y creo que se merecen una explicación ampliada en un entorno como el de este blog porque permiten reflexionar sobre la propia situación, y plantearse vías de cambio. Veamos algunos:

  • En mi opinión si se quiere desarrollar innovaciones diferenciales hay que visitar ferias que estén alejadas del sector donde opera la empresa. Cuando uno plantea esta propuesta a su jefe, en muchos casos la respuesta es del tipo “la empresa ya te paga las vacaciones en agosto”, o bien, una cara de asombro ante tamaña ocurrencia.

Desgraciadamente esta es una visión de corto recorrido porque la realidad es que en las ferias del sector todos se conocen y los proveedores son los mismos para todos por lo que las soluciones innovadoras que nos puedan aportar lo harán también a nuestra competencia. Pero si contactamos con proveedores de sectores lejanos y desarrollamos una solución que incorpore su tecnología o sus componentes podemos obtener en el corto plazo una ventaja competitiva mientras nuestra competencia se pone a trabajar para dar respuesta a lo que nosotros hayamos hecho.

  • “¿Qué metodologías usáis para el desarrollo de los proyectos de innovación?”. Aunque hay algunos que explican que metodologías usan en la mayoría de empresas, especialmente en las pymes, no se usa ninguna metodología y en muchos casos los proyectos se hacen con una planificación poco ortodoxa o bien con planteamientos de gestión de proyectos incompletos.

Si les pregunto si presupuestan el marketing del proyecto o si realizan las curvas de payback, la respuesta es habitualmente negativa. Y esto es aún más preocupante porque los proyectos de innovación requieren de una gestión, aunque esta no tiene por qué ser como la de un proyecto de una central nuclear sí que debe tener unos mínimos; para ello es adecuado utilizar las metodologías agiles de proyectos que considero son más adecuadas para desarrollos en innovación.

  • “¿Os forman en técnicas de creatividad o contratáis expertos para que os ayuden?”. Ante esta pregunta me sorprende como aún en muchas empresas no se invierte en la formación de sus empleados, especialmente cuando se pretende que estos desarrollen innovaciones. Es como si se considerara que con la formación que ya tengan es suficiente para innovar; en algunos casos puede que sí, pero en la mayoría no porque la innovación y la creatividad aún no forman parte de los planes de estudio de forma amplia. Pero la inversión en formación considero que es una de las más necesarias para aumentar el valor del capital intangible más importante en cualquier empresa como son los empleados. Sobre lo que supone no formar a los empleados podemos encontrar la cita de Henry Ford, “Sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan... No formarlos y que se queden”. Aunque también Derek Bok hizo una relevante consideración “Si crees que la formación es cara,… prueba con la ignorancia”.

Esta falta de formación ha sido incluso destacada recientemente por el Banco de España en su Informe Anual correspondiente al año 2015 donde se llega a decir “Estos resultados pueden deberse a una menor formación de los cuadros directivos o a un menor grado de profesionalización de la gestión empresarial, en relación con los países de referencia, especialmente en las pequeñas y medianas empresas”.

  • ¿Tiene tu empresa una estrategia en protección de la Propiedad Industrial?”. En muchos casos la respuesta es negativa porque se ha considerado que patentar es caro o que “te cambian un poco el producto y la patente ya no vale”; o bien porque nunca se lo han planteado porque creen que lo que hacen no es innovador. En la mayoría de los casos es por la falta de “cultura de patentes” y también a lo que citaba en el punto anterior de la falta de conocimientos por parte de la gerencia o de la dirección.La innovación requiere tanto de una protección pasiva como de una protección activa porque es algo dinámico que requiere ser más proactivo antes que reactivo. Cuando reaccionamos es que vamos por detrás y en la innovación ser seguido en muchos casos no es acabar segundo sino que incluso puede suponer… no acabar.

Escrito por Gian-Lluis Ribechini