El efecto del COVID19 en las direcciones financieras: cambios en la política de dividendos
Otro de los efectos secundarios de la crisis del COVID es el cambio en la política de dividendos de las compañías: estamos viendo en estas semanas múltiples anuncios de empresas cotizadas en este sentido.
Hay compañías que han decidido aplazar, reducir o suspender el dividendo que antes de la crisis tenían previsto. Algunos ejemplos son bancos como Santander, Caixabank o Bankia, o empresas de otros sectores muy afectados por la crisis como el retail (Inditex, H&M) o aéreo (Airbus, IAG, Lufthansa)
En otros casos, no se prevé cancelación del dividendo en cotizadas del sector energético (REE, Endesa, Naturgy), construcción (Ferrovial, ACS, Acciona) o Telefónica. También hay soluciones intermedias como Repsol, que ha mantenido el dividendo a cuenta pero suprimido la recompra de acciones.
Desde algunas instancias gubernamentales se ha instado a cancelar los dividendos: por ejemplo, el Banco Central Europeo ha recomendado variar la política en ese sentido, o más recientemente Ministerio de Trabajo propuso vetar ERTEs a empresas que repartan dividendos.
Aunque habitualmente se cree que el valor de la acción es independiente del dividendo que se reparta (teoría de irrelevancia de la política dividendo del Modigliani y Miller), es indudable que un cambio en la política sí tiene efecto en la cotización ya que no sólo hay inversores que prefieren empresas que reparten dividendos, sino que también el mercado lo considera una señal del estado de la compañía.
En resumen, para tomar una decisión sobre un potencial cambio en la política de dividendos el director financiero debe valorar no sólo la salud financiera de su compañía y su perspectiva a corto y medio plazo, sino también las condiciones regulatorias y el mensaje que se da al mercado.