El Director de Proyectos de Big Data, primeros pasos
La transferencia de información que se produce cada segundo crece de forma exponencial. Según datos de DOMO, en Estados Unidos, durante un solo minuto, los consumidores gastan más de 272.000 Dólares Americanos en el comercio online. Aprovechar, analizar y monetizar Big Data se ha convertido en una obsesión para muchas empresas, que buscan la forma de explotar sus datos. Cada vez más organizaciones en los últimos años están recurriendo a aumentar sus inversiones en hardware, software y servicios asociados, como medio para resolver el problema que les plantea el ver tambalearse su competitividad por falta de medios y perfiles adecuados para la interacción con Big Data.
Como consecuencia aumenta la demanda de nuevos perfiles, de corte técnico (analista de datos, científicos de datos, estadísticos o matemáticos), pero también en lo relativo a posiciones de gestión, que permitan a las organizaciones adaptarse al nuevo ritmo y a las nuevas condiciones de mercado.
Los Directores de Proyectos de Big Data son una de estas nuevas profesiones que, de manera recurrente, aparecen en los portales y agencias especializadas de búsqueda de empleo. Las empresas intentan atraer a los mejores candidatos y se cree que, sólo en el área de TI se crearán más de cuatro millones y medio de puestos en este año, según Gartner. Entre las características diferenciales de estos Project Managers podemos destacar:
- Un profundo conocimiento de los aspectos económicos de grandes volúmenes de datos.
- Capacidad de abstracción, para ligar variedad y volumen de datos a valores de negocio diferentes, desde la eficiencia operativa al conocimiento de los clientes.
- Perspectiva, para no limitarse al área de negocio ni centrarse demasiado en lo concerniente a IT, a la hora de tomar decisiones relativas a los grandes datos.
- Habilidades comunicacionales, para precisamente poder lograr extraer lo mejor de los profesionales tan heterogéneos que forman parte de cualquier proyecto de Big Data.
- Visión para propiciar la colaboración con otras áreas para optimizar resultados.
El Director de Proyecto en una iniciativa de este tipo es el responsable último de encontrar sentido a la masa de datos, y hallar el valor que esconden, por lo que precisa de una mentalidad abierta, en sintonía tanto con la investigación y el desarrollo, como con el trabajo efectivo y orientado a entregables. Esta realidad exige nuevos procesos y políticas, mayor eficiencia, mejor control y una gestión impecable, donde la estrategia debe estar planeada al milímetro y debe partir de:
- Establecimiento de objetivos del proyecto: que tendrán como fin último el lograr extraer el máximo valor de los datos y garantizar el retorno de la inversión de las grandes implementaciones, y, seguramente pueden estar relacionados con:
- La implementación de mecanismos para integrar de manera eficiente los datos de un gran número y variedad de fuentes.
- La visibilidad efectiva sobre el ciclo de vida de los datos al completo.
- La consolidación de la tecnología que permita facilitar la agregación efectiva de información, la ingestión de datos y su análisis y, por supuesto, todo lo necesario para garantizar las mejores condiciones de consumo.
- Planificación de actividades y tareas necesarias para alcanzar las metas propuestas: atendiendo a las limitaciones, asegurando la viabilidad del proyecto en cada fase y controlando también las dependencias, para una mayor efectividad a la hora de determinar la ruta crítica que ayudará a establecer prioridades y facilitará la toma de decisiones.
- Determinación de las necesidades en materia de recursos: económicos, tecnológicos, humanos.
- Inventario de datos: porque es necesario saber con qué se cuenta, de qué se dispone y hasta dónde es posible (y rentable) lograr recopilar nueva información.
En base a esta información, el Director de Proyecto de Big Data podrá ocuparse de definir el problema a resolver a través de los datos, identificar qué tipo de información debe ser recogida, qué fuentes se emplearán para recopilarla y de qué manera se llevará a cabo el proceso. Bajo su responsabilidad se encuentran también tareas como el establecimiento de requisitos para el modelado de datos, la preparación de la implementación de la solución escogida o su desarrollo y optimización.
Además, todo Project Manager responsable de una iniciativa Big Data no puede olvidar, en la definición de su estrategia, el prestar la atención suficiente a:
- La integración: la estrategia de grandes datos debe ser cohesiva para permitir a las empresas preocuparse menos por las cuestiones puramente tecnológicas y dedicar más tiempo a la creación de valor a través de metodologías medibles y exportables.
- La calidad del dato: debe ocuparse de garantizarla ya que es imprescindible mantener la exactitud, integridad y actualización de los datos recogidos. La incorporación de plataformas de aseguramiento estandarizadas y automatizadas que se adapten a las necesidades de auto-servicio de los usuarios es fundamental.
- La monitorización del rendimiento: que ayudará a predefinir un conjunto de métricas que permitirán examinar de forma continua el progreso, a través de cuadros de mando e informes, para asegurar que la plataforma lleva a cabo sus tareas asignadas al más alto nivel en todo momento.
- La seguridad: la estrategia Big Data ha de ocuparse de resolver toda cuestión relacionada con la protección de datos. La información debe integrarse en la estrategia de Big Data desde sus primeros estadios, para llevarse a cabo de forma efectiva y evitar brechas de seguridad y vulnerabilidades.Como conclusión, me gustaría destacar que, lo primero de todo para un Project Manager en este entorno, es plantearse si realmente la solución/producto a desarrollar tiene sentido. En un momento donde Big Data y todo lo relacionado con ello “está de moda”, conviene no olvidar que cualquier iniciativa debe realmente aportar valor… ¿Estás desarrollando algún proyecto de Big Data? ¡Esperamos comentarios!
Escrito por Marc Bara