Competencias Digitales: Visión Estratégica
Si la Visión Estratégica es, en términos generales, la “capacidad de percibir la realidad futura y conectarla con el presente”; hoy, al tener un presente y un futuro atravesados y condicionados por el impacto que en nuestra realidad tienen y pueden generar las nuevas tecnologías, podríamos decir que un líder con Visión Estratégica es aquel que ha sido capaz de comprender el fenómeno digital y ha conseguido trasmitir esa visión a la organización para que todos los proyectos sean pensados y diseñados en función de este nuevo escenario.
Vivimos un momento en que muchos líderes, que históricamente han sido reconocidos por su Visión Estratégica global, no están pudiendo traccionar sobre la transformación cultural de sus organizaciones, porque ellos mismos no terminan de dar la suficiente importancia a los cambios que lo digital implica.
Lo paradójico es que, si “lo digital no importa”, no se entiende porqué las empresas bloquean la exposición de la marca y la de sus empleados en la nube. Esta actitud no hace más que poner en evidencia que “lo digital” sí importa y mucho, pero, por desconocido, es temido.
La prueba de esto son las organizaciones que siguen prohibiendo a sus empleados el libre acceso a internet, incluido el acceso a sus redes sociales alegando que son motivo de distracción; o aquellas que limitan los canales de comunicación digitales entre los empleados y el cliente o público o las que, por motivos de seguridad de la información, prohíben el uso de archivos compartidos en la nube.
Y si bien es cierto, que el acceso irrestricto a internet y el uso de todas sus herramientas digitales puede generar conductas que atenten contra la productividad y la seguridad de la compañía, es mucho más cierto que “hacer de cuenta que no existe”, no sólo genera pérdida de oportunidades, sino que representa un peligro real en cuanto a la pérdida de competitividad por un lado y la exposición a crisis de reputación, por otra.
Nos guste o no, el partido de la competitividad, hoy, se está jugando en este escenario. Por lo que incorporar el desafío digital a la Visión de la compañía tiene carácter estratégico y sólo los líderes pueden inspirar a toda la organización para que sus colaboradores no sólo aprendan a manejarse en la nube social, sino para que tomen registro de la responsabilidad que esto conlleva, por los riesgos que puede acarrear un mal uso de los canales y los medios digitales, tanto para la marca, como para ellos mismos como profesionales.
Los líderes de hoy pueden carecer de alguna de las otras competencias, pero no serán reconocidos como tales, si no tienen Visión Estratégica desde una óptica también digital. Y esto implica conocer las claves de este fenómeno, sus tendencias y el posible impacto presente y futuro que pueden tener en sus negocios.
El líder que ha abrazado lo digital como un imperativo, está orientando a su organización para que todos los planes de acción estén absolutamente centrados en el cliente y sus nuevos hábitos de consumo y comunicación.
Pero más importante, para lograr que el proceso de transformación digital interno suceda, es que el líder, con esta competencia aggiornada, haya tomado un rol protagónico en la construcción de su propia identidad digital. Al participar como ciudadano, consumidor y profesional, debe haber ampliado su visión sobre las oportunidades y amenazas, sobre la importancia de los datos y su análisis y debe haber adquirido el conocimiento necesario del entorno, para monitorear los indicadores vinculados a la reputación digital y sus consecuencias.
Por tanto, es el líder con visión estratégica digital quien puede impulsar la transformación fomentando en sus empleados la formación y actualización en competencias digitales.
Tomando como siempre, el resumen que expone RocaSalvatella, diríamos que un profesional con visión estratégica hoy, tiene que ser capaz de:
- Conocer las principales claves y tendencias del fenómeno digital.
- Comprender cómo pueden influir las nuevas lógicas digitales en la estrategia de su organización, usuarios y competidores.
- Aplicar a su organización los beneficios de las lógicas digitales para la consecución de objetivos y eficiencia.
- Manejar indicadores de reputación digital de su organización y su competencia.
- Promover acciones concretas para promover la circulación de la información.
- Tener una visión general de la información y el conocimiento necesario para lograr los objetivos estratégicos de su organización y generar acciones concretas para obtenerlos.
Los riesgos de tener una organización desconectada, de lo que está sucediendo en este mundo paralelo, son mucho más importantes que los pequeños ajustes internos que hay que hacer para que la apertura a lo digital no repercuta en la productividad y la seguridad. Mientras que esto último se soluciona con una adecuada capacitación, la pérdida de oportunidades y competitividad, no se arregla fácil y rápidamente sólo con dinero.