Administrador solidario: qué es y cuáles son sus funciones
¿Sabrías definir cuál es el papel de un administrador solidario en una empresa? ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando se menciona este cargo? Antes de que nos des una respuesta, repasa con nosotros este post que hemos preparado sobre esta figura, por desgracia poco conocida en el ámbito empresarial.
¿Qué es un administrador solidario?
Grábate muy bien las siguientes palabras: representación y gestión. Se trata de las dos funciones principales de un administrador solidario.
Este cargo, que no goza precisamente de muchas menciones en la práctica ni tampoco en la teoría organizacional, es sin embargo más importante de lo que muchos creen. Su misión principal es representar a la empresa en sus relaciones externas.
Tiene potestad, por ejemplo, para dar poderes a terceros de cara a procesos en los que las empresas puedan ser representadas por éstos, así como obligar a la persona jurídica (que en este caso es la empresa) a establecer contratos u otros movimientos jurídicos.
Vamos, que si aún no tienes claro qué es un administrador solidario, basta con que tengas en cuenta que sus decisiones tienen un peso importante para la deriva de las empresas, especialmente en las figuras societarias.
Administrador solidario: qué puede hacer y qué no
Lo anterior no quiere decir que un administrador solidario tenga carta blanca para tomar cualquier decisión. De hecho, la responsabilidad es uno de sus valores, pues no todas las personas pueden acceder a dicha plaza. Su nombramiento generalmente recae en los socios o inversores y se basa en criterios de confianza.
¿Por qué la confianza es tan importante en un administrador solidario? A continuación te mencionamos algunas razones para ello:
- Puede firmar una deuda o un compromiso crediticio que sea adquirido por la empresa, aunque siempre con el aval de los directivos y los inversores.
- Tiene autoridad y competencia para despedir trabajadores, exponiendo las causas debidas y en cumplimiento de la normativa vigente. Asimismo, le es permitido contratar personal con base en los criterios que la empresa requiera para cubrir una plaza u ocupar un cargo nuevo.
- Goza de la potestad para actuar de forma unilateral en casos en que no sea necesario contar con el aval de los socios e inversores, aunque, claro, sin desatender los estatutos de la sociedad sobre este tipo de operaciones.
- Cuenta con margen de maniobra para vender y comprar bienes de la empresa, tanto físicos como intangibles, así como para la toma decisiones que se relacionen con los aspectos laboral, económico y comercial.
Para finalizar, conviene que tengas en cuenta que un administrador solidario no debe confundirse con los administradores mancomunado o concursal: el primero es una figura con poco poder de decisión en una empresa, pero bastante útil repartir las cargas directivas de un signo o de otro; el segundo, en cambio, se dedica a supervisar que se cumpla la normativa vigente en la que se enmarca la actividad de la empresa, por ejemplos en temas de créditos, deudas o acreedores.