4 pistas para saber cómo patentar un producto
¿Tienes una idea innovadora, única y que puede hacerte triunfar en los negocios? Es una buena noticia, aunque se necesita mucho más que la inspiración para hacerla realidad. Saber cómo patentar un producto es uno de los pasos que necesitas conocer si quieres sacar el máximo partido a ese fruto de tu imaginación.
La cuestión es que no se puede patentar una idea en sí. La patente otorga la propiedad legal sobre un producto y su derecho a fabricarlo y venderlo; necesita otro complemento, la propiedad intelectual, que querrás registrar para proteger tu descubrimiento.
También es importante recordar que obtener una patente no basta para conseguir que la idea se transforme en proyecto empresarial de éxito. Es solo el primer paso en un largo viaje, y, considerando que puede llevar meses, necesitarás algo de paciencia. Estás aún en el comienzo.
Cómo patentar un producto paso a paso
Los siguientes pasos te guiarán en el viaje que acabas de iniciar con tu hallazgo. Tras el esfuerzo creativo, toca enfrentarse al proceso de registro y protección del fruto de tu inspiración, algo que conseguirás si sabes cómo patentar un producto:
- Asegúrate de que tu idea es original, novedosa, valiosa, relevante y aplicable a un producto que pueda comercializarse.
- Acude a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) a cursar la solicitud de patente, europea o nacional, según prefieras teniendo en cuenta que no solo varía el alcance, sino también el coste, de una a otra iniciativa. Como mínimo, deberás esperar un año y medio hasta que se confirme la patente.
- Haz las modificaciones que se exigen, caso de que se solicite alguna. Durante ese periodo se llevará a cabo el examen de la patente, que valorará si tu propuesta reúne los requisitos que exige el Convenio Europeo en esta materia. En algunos casos, no habrá solicitud de modificación, mientras que en otros serán un requisito para poder seguir adelante, como saben bien quienes entienden cómo patentar un producto.
- Paga las tasas de patente sin demora. Es el paso previo a la publicación en el BOPI (Boletín Oficial de la Propiedad Industrial) de tu producto, que hace pública la autoría del producto y la idea que hay detrás y su protección.
De forma simultánea a este procedimiento, y ahora que tienes claro cómo patentar un producto, te puede interesar ir pensando en la siguiente etapa del proceso: la marca comercial. Acudiendo nuevamente a la OEPM puedes registrar la marca y el nombre comercial.
Se trata de un procedimiento que también va asociado a un coste y una inversión en tiempo (que puedes minimizar consultando el localizador de marcas para evitar escoger alguna que ya esté registrada). No obstante, hay quienes prefieren esperar a obtener una confirmación de la patente del producto antes de proceder a dar este paso, tanto por motivos prácticos, como económicos y, en ocasiones con la finalidad de proteger la patente, si el nombre comercial que se va a elegir da una idea muy clara del tipo de producto que comercializa.