3 tipos de equipos de trabajo y un proyecto
En los proyectos conviven generalmente distintos tipos de equipos de trabajo. Las organizaciones reconocen el beneficio de tener a varias personas trabajar juntas en un ambiente de colaboración y de cooperación, el idóneo si se sabe construir, para optimizar el esfuerzo colectivo e impulsar el rendimiento individual. La nueva gestión de proyectos cuenta, en el diseño de los diferentes tipos de equipos de trabajo, con una baza muy importante a la hora de mejorar los resultados globales a través del aumento de la eficiencia.
Tipos de equipos de trabajo que se pueden encontrar en un proyecto
Sean cuales sean los tipos de equipos de trabajo, todos ellos cuentan con características comunes:
- Están integrados por una variedad de individuos cuyas diferencias enriquecen al conjunto.
- Tienen unas metas comunes.
- Deben lograr un entorno colaborativo apropiado y saber mantenerlo.
La presencia de un líder o su ausencia, la variedad de las misiones que les sean encomendadas y la forma de plantear las tareas a llevar a cabo marcarán la diferencia entre unos tipos de equipos de trabajo y otros. En un entorno de proyecto, los más comunes son los tres siguientes:
1. Equipos de trabajo funcionales: este tipo de grupos humanos están compuestos por miembros de la organización de varios niveles verticales diferentes dentro de la jerarquía de la empresa; por lo tanto, las funciones que realizarán sus integrantes son muy variadas. Un equipo funcional típico tendrá varios subordinados y un responsable, con autoridad suficiente para administrar tanto las operaciones internas, como las relaciones del grupo con individuos ajenos a él. Los rasgos que definen a este tipo de equipo de trabajo son:
- Los miembros del equipo generalmente tienen diferentes responsabilidades, pero todo el trabajo se orienta al cumplimiento de una misma función, en relación con una fase de proyecto o con un entregable.
- Cuando es ésta la distribución escogida para el proyecto se cuenta con más de un equipo de trabajo, ya que cada función se delegaría en un diferente.
- Los equipos funcionales se pueden dar en proyectos de todo tipo e independientemente de su tamaño.
2. Equipos de trabajo multifuncionales: combinan expertos de varias áreas. Estos especialistas se integran en el equipo de forma independiente, o como parte, a su vez, de un equipo funcional. Su principal característica viene definida por el hecho de que todos ellos desarrollan su labor cooperativamente, orientándola hacia algún objetivo concreto de la organización o centrándose en alguna de las metas de proyecto. Este es uno de los tipos de equipos de trabajo más completos ya que:
- Debido a que sus miembros son considerados expertos en su área funcional, por lo general están capacitados para tomar decisiones por su cuenta, sin necesidad de consultar a la dirección de proyecto.
- La distribución de la responsabilidad sobre los entregables y tareas a realizar en un proyecto en equipos multifuncionales mejora la coordinación de las actividades interdependientes entre las diferentes subunidades.
- Cada miembro del equipo aporta una perspectiva única al grupo, que enriquece los resultados, aunque puede, en ocasiones, dificultar la gestión.
3. Equipos de trabajo autónomos: especialmente en proyectos globales es frecuente encontrar equipos de trabajo autónomos. La convivencia de diferentes idiomas y distintas localizaciones geográficas plantean la necesidad de reconocer la autonomía de los grupos de trabajo, como única forma de adaptarse al dinamismo de un entorno de estas características. Esta solución práctica requiere de una mayor claridad en la gestión y de un proceso de selección exhaustivo de los miembros de cada equipo. Además de escoger a los individuos por su cualificación y experiencia, es preciso asegurarse de que la integración con el resto de integrantes será la óptima, para minimizar la aparición de problemas de comunicación en el futuro.