¿Qué habilidades te faltan para ser el mejor Project Manager?

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No cabe ninguna duda de que las herramientas EPM (Enterprise Project Management) suponen grandes ventajas a la hora de gestionar proyectos de empresa. Es más, de su elección dependen elementos como el desarrollo de los mismos, la gestión de recursos, la comunicación entre los equipos y la supervisión, entre otros. Pero no todo es cuestión de herramientas.  Antes que los recursos técnicos está el gestor de proyectos: es decir, la persona encargada de su puesta en marcha. Suele creerse que el único requisito que debe tener un Project Manager es haber sido director de empresas u organizaciones. Y, en cierta forma, es así. Sólo las personas con un cierto bagaje en temas de gestión pueden llevar a cuestas la responsabilidad de ser la cara visible de un proyecto. Sin embargo, no es la única cualidad a tener en cuenta. De hecho, existen proyectos que son gestionados por personas ajenas a la dirección de empresas y a los que les basta ser poseedores de un conocimiento especializado.  


¿Cuáles son, entonces, las habilidades propias de un Project Manager, independiente de la naturaleza del proyecto que lidere? ¿Cómo adquirirlas?


1. Buen manejo del tiempo:


No se trata de hacer más cosas en el menor tiempo posible. Por el contrario, se trata de asignar a cada tarea un plazo y gestionar con eficacia el tiempo propio y el de su equipo de colaboradores. Si es necesario, es preciso que delegue acciones para que no pierda de vista el proceso en su conjunto.


2. Administración eficaz del presupuesto:


Del mismo modo, es fundamental que lleve un buen control de las finanzas mientras los  procesos avanzan. Esto se logra con un monitoreo permanente de las labores. Un buen Project Manager tiene conciencia plena de los ahorros y los gastos.


3. Coordinación:


Coordinar significa tener una visión global de los procesos y saber en qué momento es preciso intervenirlos y cómo enlazar cada uno de sus elementos.


4. Flexibilidad:


El nivel de flexibilidad de un Project Manager se mide en función  de su capacidad de aceptar las brechas que, algunas veces, se abren entre lo planeado y lo ejecutado. Pero no sólo eso. Flexibilidad también es disposición al cambio, capacidad de autocrítica y disposición para escuchar la voz de sus colaboradores.


5. Comunicación eficaz:


De hecho, un buen gestor de proyectos sabe que parte del éxito del mismo radica en la forma en que se relaciona con su grupo de trabajo. Una comunicación eficaz no es sólo clara y directa; también debe ser empática, sincera y que genere confianza.


6. Trabajo en equipo:


Otra de las labores de un líder de proyecto, consiste en motivar lo suficiente a su equipo de trabajo para que sus miembros se sientan parte de él. Sin ese incentivo inicial, el proceso difícilmente tendrá éxito: adolecerá de compromiso e implicación.


7. Capacidad para resolución de problemas:


Pero, sobre todo, el Project Manager debe tener una rápida capacidad de respuesta ante los eventuales riesgos que puedan presentarse. De nada sirve tener la mejor estrategia de respuesta si, ante el primer obstáculo, no se reacciona como es debido. Debe ser una figura ágil, inteligente y con un sentido de la realidad permanente.


8. Inteligencia emocional:


También se requiere una dosis de inteligencia emocional, aquella que consiste en la gestión de las emociones propias, el autoconocimiento y la empatía.