Educación ambiental como inicio de la estrategia de RSC
Integrar la responsabilidad social corporativa o RSC en la estrategia de la organización es la mayor garantía para generar cambios significativos, más allá del cumplimiento normativo en materia ESG.
Pero, ¿cómo iniciar este camino? La Unesco considera la educación ambiental como uno de los pilares fundamentales para promover el desarrollo sostenible. Permite generar concienciación y sensibilización sobre los desafíos ecológicos, como la generación de emisiones, contaminación, o alteración del medio ambiente, involucrando a empleados, clientes y comunidad sobre la importancia de adoptar medidas de protección.
El Pacto Mundial establece en la meta 7 del ODS 4 la necesidad de educar para el desarrollo y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible
¿Cuáles son los 4 pilares de la educación ambiental?
En 1977 se adoptó la Declaración de Tbilisi sobre educación ambiental para crear nuevas pautas de comportamiento de los individuos, los grupos y la sociedad en su conjunto con respecto al medioambiente. Varias décadas después, la educación ambiental se sigue considerando uno de los principales instrumentos para la transformación de la realidad a través de la capacitación y del empoderamiento de las personas que la llevarán a cabo.
Por ello, involucra tanto a la comunidad educativa, como a toda la ciudadanía en cualquiera de los roles que podamos ejercer en nuestra vida pública y privada, individual y colectivamente. Podría decirse que implica actuaciones en todas y cada una de las etapas educativas y profesionalizadoras, pero también todos los ámbitos profesionales del mundo de la empresa y la administración pública.
Del mismo modo, busca desarrollar estrategias para dirigirse a la ciudadanía adulta, generando los espacios de socialización, de aprendizaje informal y de toma de decisiones colectivas.
Los cuatro pilares de la educación, según la Unesco basadas en un estudio de Jacques Delors, son: aprender a saber, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser.
Aplicados a la educación ambiental, estos 4 pilares se traducen en:
1. Desarrollar la conciencia ambiental (aprender a saber)
Uno de los objetivos principales de la educación ambiental es desarrollar la conciencia ambiental, poniendo los temas principales de la cuestión medioambiental en el centro de las conversaciones, generando curiosidad, sensibilización, potenciando la investigación y la acción. Implica ayudar a las personas, comunidades e instituciones a comprender la importancia de los temas ambientales, cómo estos temas afectan su vida y cómo pueden contribuir a la conservación y protección del medio ambiente. La educación ambiental motiva a la toma de decisiones informadas y responsables y a actuar de manera ética.
2. Desarrollar conocimientos y habilidades ambientales (aprender a hacer)
Una vez favorecemos el conocimiento y comprensión de los temas ambientales de manera profunda, precisamos generar los conocimientos y habilidades para relacionarnos con ellos y proporcionar soluciones. Por tanto, se requiere el desarrollo de skills que nos lleven a respetar, preservar, regenerar y potenciar los ecosistemas, eliminar la contaminación, y favorecer la conservación, la gestión de recursos, y la biodiversidad. Se requiere incluir los temas ambientales en la toma de decisiones y profesionales cualificados para llevar a cabo la planificación y realización de las propuestas generadas.
3. Promover una actitud proactiva hacia el medio ambiente (aprender a ser)
El indicador clave acerca de la efectividad de la educación ambiental requiere cambios en la mentalidad y estilos de vida de las personas y las organizaciones. Este pilar implica motivar a las personas a actuar de manera responsable para conservar y proteger el medio ambiente. Se muestra en actuaciones como la reducción del uso de energía o la sustitución de las fuentes por energías limpias, el uso adecuado de recursos como el agua, los hábitos de reciclaje, la gestión de residuos, etc.
4. Promover la participación ciudadana (aprender a vivir)
Finalmente, se requiere la actuación conjunta para generar cambios sostenibles significativos. Se trata de favorecer que las personas y organizaciones público-privadas se involucre en la toma de decisiones colectivas que afecten al medio ambiente. Implica la participación en planes generales, asociaciones y movimientos que persigan la protección y regeneración del medio ambiente, y la colaboración efectiva para lograr una protección y conservación ambiental real y sostenible.
Acciones de RSC siguiendo los pilares de la educación ambiental
¿Qué acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) siguen los pilares de la educación ambiental? A continuación veremos algunos ejemplos:
Conciencia Ambiental
Existen diferentes acciones para la generación de conciencia ambiental en empleados, proveedores y clientes como pueden ser:
- Campañas de sensibilización: Las empresas pueden organizar campañas para educar a sus empleados y a la comunidad sobre la importancia de la conservación del medio ambiente y sobre cómo sus actividades y operaciones han de transformarse o persiguen generar un impacto positivo medioambiental. Incluye la comunicación interna sobre los problemas ambientales, la estrategia de sostenibilidad y las acciones internas y externas para cumplir con sus objetivos ESG.
- Programas educativos: Colaboración con escuelas y universidades para potenciar que la educación ambiental se incluya en sus programas educativos, o la generación o mecenazgo de programas de innovación para la protección, conservación o regeneración del medioambiente.
Conocimientos y Habilidades Ambientales
- Ofrecer talleres y capacitaciones sobre la estrategia de sostenibilidad y protección de la organización, desde los niveles de liderazgo a toda la estrategia de colaboradores. Formar sobre prácticas sostenibles como la eficiencia energética, el reciclaje o la reducción de residuos.
- Favorecer la formación profesional de colaboradores en habilidades de gestión sostenible y medioambiente, a través de su participación en programas de educación superior que les permita desarrollar estas funciones en la empresa, o incorporar colaboradores con estas skills.
- Financiar proyectos de investigación que permitan generar soluciones innovadoras a problemas medioambientales.
Actitud Proactiva
- Generar políticas internas sostenibles que promuevan el uso eficiente de los recursos y la reducción de la huella de carbono.
- Impulsar iniciativas de voluntariado que permitan la participación de los empleados en actividades de voluntariado ambiental como la limpieza de espacios naturales o la siembra o plantación de árboles.
- Generar iniciativas lideradas por un equipo de embajadores de sostenibilidad, compuesto por colaboradores sensibles que motiven de manera comprometida al resto de la plantilla.
Participación Ciudadana
- Foros y Debates: Organizar foros y debates abiertos al público, medios de comunicación, actores individuales o colectivos de la comunidad, asociaciones y otras instituciones, para debatir y encontrar soluciones a problemas ambientales locales.
- Colaboración con actores sociales y ONG's: Trabajar junto a asociaciones y organizaciones no gubernamentales para desarrollar proyectos comunitarios que beneficien al medio ambiente.
A través de estas acciones, se rompe, atraviesa el muro que separa la intención y la acción, generando medidas que, no solo ayudan a proteger el medioambiente, sino que permiten trabajar la RSC de la organización y fortalecen su imagen y su relación con la comunidad.
Puedes continuar aprendiendo sobre los principales temas de desarrollo sostenible en las siguientes entradas de nuestro blog. Si te apasiona la sostenibilidad y el impacto social, o quieres dedicarte a ello profesionalmente, puedes formarte con nosotros. Te recomendamos visitar nuestro Máster en RSC y Liderazgo Sostenible.