Claves de la dirección de empresas digitales
Las nuevas épocas lo cambiaron todo. Desde donde se mire, estamos ante un nuevo paradigma y las empresas son parte fundamental de ello. Vamos a hablar de la dirección de empresas digitales y el impacto de la Inteligencia Artificial (IA). Los procesos de aprendizaje automatizado que están atravesando las empresas nos enfrentan a nuevos escenarios de gestión. La tecnología digital opera como motor para la dirección estratégica de los negocios, impactando en las relaciones con clientes, consumidores, usuarios, colaboradores y otros stakeholders.
Qué entendemos por empresa digital
Podríamos decir que son todas aquellas organizaciones que utilizan la tecnología para generar mayor valor a sus clientes y sus experiencias. Incorporan tecnología para rediseñar sus modelos de negocio y soportar, a través de esta, todas sus operaciones. A esta categoría las “nativas digitales”, como Amazon, Google o Mercado Libre. Pero también todas las empresas que han atravesado (o están en proceso de) una transformación digital.
El principal desafío que enfrenta la dirección estratégica digital de cualquier empresa es la transformación de su cultura. Deberán pasar de una lógica analógica a una lógica digital. Para ello, los desarrollos tecnológicos se integrarán en la operatoria del negocio. El primer factor de éxito consistirá en desarrollar las habilidades y capacidades digitales en todos sus colaboradores. Además de la formación en conocimientos técnicos, el trabajo más arduo radicará en lograr un cambio de mentalidad en las personas. Y valga aclarar que es un proceso que lleva tiempo y en el que hay que destinar recursos.
Características de una empresa digital
Las empresas digitales tienen su foco puesto en 5 pilares:
- Las personas (capacitación de sus colaboradores)
- Cambio de Mindset (entrenamiento en nuevas habilidades digitales)
- Procesos (digitalización y automatización)
- Herramientas tecnológicas (IA, RPA, ERP, RV y RA, etc)
- Metodologías Ágiles
Proceso de transformación digital
Para que este proceso se pueda llevar adelante de forma fluida debe diseñarse, planificarse y comunicarse a toda la organización. Además, debe ser acompañado y monitoreado por los responsables de la dirección digital. Es decir, si la alta dirección no promueve y acompaña este cambio, la transformación no sucede. Para ello es necesario:
El desarrollo de una cultura digital
Las personas, por naturaleza, tenemos resistencia al cambio. Somos más rutinarios de lo que pensamos. Por esto, no sirve imponer los cambios culturales. Las empresas que han logrado este cambio cultural con éxito han involucrado a todo su personal. En este sentido, resulta fundamental comunicar la nueva visión y los desafíos que esto implica. Para ello se debe:
- Empoderar al talento y los equipos de trabajo para que experimenten.
- No castigar el error.
- Invitar a todos los colaboradores a participar, promoviendo el aporte de ideas de cualquier persona sin importar su jerarquía, especialidad o área de trabajo.
Basar parte de la estrategia de negocios en datos
Es necesario formar o reclutar analistas de datos para poder sacar el máximo provecho a la cantidad de información. Cualquier empresa digital genera un gran volumen de datos a través de las interacciones con sus clientes y usuarios.
Los datos recopilados sólo aportan valor a la toma de decisiones si son bien interpretados y analizados. Las empresas digitales aprovechan tecnologías como el Big Data, IA y machine learning (aprendizaje automatizado) para identificar patrones de comportamiento, tendencias y conexiones. Esta información les permitan detectar de forma temprana nuevos nichos de negocio.
El trabajo colaborativo como nuevo paradigma de trabajo
En las empresas digitales “las áreas no compiten”, sino que trabajan en células, tribus o equipos multidisciplinares de forma colaborativa. Con ello, conseguimos tener todas las miradas y enfoques posibles para la resolución de problemas y el aprovechamiento de nuevas oportunidades.
Muchas organizaciones tradicionales que ahora pueden considerarse empresas digitales mantienen dos tipos de estructuras:
- Estructura de Explotación: se respeta el organigrama jerárquico, se trabaja en el día a día y en mejorar el presente
- Estructura de Experimentación: se forman células de trabajo horizontales (redarquía) en la que participan personas de diferentes áreas, especialidad y nivel jerárquico. Estas células trabajan en el “futuro de la empresa” para ir camino a una innovación disruptiva. Cada célula tiene asignados desafíos concretos para experimentar y la decisión de sumarse a estas células es de carácter voluntario.
A este tipo de organización se las suele llamar Organizaciones Ambidiestras o Duales.
El principal beneficio que obtienen las empresas digitales duales es que trabajan en simultáneo sobre el presente de la empresa y sobre la construcción de futuros posibles. Con ello, se logran minimizar, y mucho, el sentimiento de incertidumbre que habitamos y habitaremos de aquí en adelante porque los cambios no van a dejar de irrumpir.
En síntesis, toda empresa puede pasar a formar parte de las empresas digitales si sus directivos están dispuestos a invertir en tecnología y en capacitación. Resulta fundamental entender que el aprendizaje debe ser continuo para que la empresa adquiera la flexibilidad necesaria como parte de su ADN. El objetivo será enfrentar los cambios que es posible anticipar, así como la irrupción de posibles “cisnes negros”.
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