Informe OBS: Confinamiento y pandemia: implicaciones para la educación superior en línea
La pandemia apremia a la formación online
- OBS, la primera Business School 100% online en España con más de 14 años de experiencia en la educación digital, publica el informe anual del OBServatory: “Confinamiento y pandemia: implicaciones para la educación superior en línea”.
- La educación virtual estaba logrando arañar cuotas de mercado hace solo unos pocos años inimaginables.
- Ante lo cambiante, resulta inviable elaborar recetas uniformes para el presente y el futuro de la educación superior.
OBS Business School ha publicado el Informe de Investigación: Confinamiento y pandemia: implicaciones para la educación superior en línea, realizado por Jorge Tuñón, colaborador de OBS Business School, experto científico externo de la Comisión y del Parlamento Europeo y evaluador de proyectos europeos.
En relación con este informe de investigación sobre las implicaciones para la educación superior en línea, se celebrará la 7ª edición del International Seminar on Online Higher Education in Management de OBS. El seminario, organizado por el OBServatory, el Centro Internacional de Investigación de OBS Business School basado en la investigación superior en línea en management, tendrá lugar los días 15 y 16 de octubre de 2020. Los objetivos principales de este 7º Seminario se centran en analizar las necesidades de los estudiantes presentes y futuros de la formación superior en línea de management, discutir sobre el rol del docente en este nuevo escenario online, así como conocer las nuevas tendencias en relación a modelos y técnicas pedagógicas en la formación en línea.
En el marco de la realidad pre-coronavirus o pre-confinamiento, la educación a distancia (preferentemente en línea) ya se había presentado como una exitosa modalidad junto a la educación presencial, empleadas ambas, tanto por universidades como por otras instituciones de educación superior.
Según el informe, durante los últimos ejercicios y como consecuencia del desarrollo de las TIC y de la expansión de la globalización, la educación virtual estaba logrando arañar cuotas de mercado hace solo unos pocos años inimaginables. Antes de la pandemia se verificaba un aumento de entre el 5% (Martínez, 2017: 109) y el 9,6% (OBS, 2017) anual del volumen de la educación en línea a escala mundial.
De hecho, la modalidad en línea permitía cada vez una mayor flexibilidad y ofrecía un proceso educativo más intenso e interactivo en el sentido de que proporcionaba nuevas opciones de interacción entre profesor y alumno (Garrison, 2011; Beetham y Sharpe, 2013). Algo que ha quedado forzosamente demostrado en el marco del aterrizaje obligado de la educación presencial en el entorno virtual a partir de marzo de 2020 y la situación de confinamientos más o menos estrictos padecidos a escala mundial.
De una parte, las universidades presenciales tradicionales, incluso antes de la pandemia (y mucho más ahora) llevaban tiempo acudiendo a los entornos digitales para mejorar sus experiencias educativas, además de haber pasado también al mercado de la educación a distancia a través de cursos específicos
De otra parte, las instituciones de educación superior en línea también han aprendido acerca de los beneficios derivados de establecer algunos puntos de contacto presenciales y asociarse con prestigiosas universidades de cara a su propia visibilidad, reputación y fidelización del alumnado.
Al autor comenta que la transición de la enseñanza mayoritariamente presencial a la virtual no es tan simple como sentarse y hacer una videollamada, sino que depende de muchos factores y demanda adaptación de herramientas y de recursos, tanto humanos como técnicos. Una adaptación exprés como la que forzosamente ha acontecido durante el estado de alarma implicaba apuntar a dos mínimos esenciales: “contar con la infraestructura adecuada y con un profesorado lo suficientemente preparado a nivel pedagógico como para brindar una enseñanza online satisfactoria” (CYD, 2020a).
En definitiva, ante lo cambiante, pero también lo desigual de la crisis sanitaria a escala global, resulta inviable elaborar recetas uniformes para el presente y el futuro de la educación superior, inevitablemente, cada vez más, en línea. La pregunta en todo el globo y en función de la situación sanitaria es evidente. En lo relativo a la educación superior: “¿Será una vuelta a la vieja normalidad presencial o un reforzamiento de la nueva normalidad virtual?”