Nacimiento y primeros pasos de tu marca comunitaria
Registrar una marca comunitaria es algo similar a registrarla a nivel nacional, aunque otorga a su propietario los beneficios que da el disfrutar de derechos exclusivos en cualquier estado miembro de la Unión Europea, en vez de limitarlos al ámbito de protección del territorio español.
El registro de una marca comunitaria es una opción a tener en cuenta, sobre todo si se valoran los pros de tomar esta decisión, entre los que cabe destacar:
- Es el primer paso hacia la protección de su valor y la mejor forma de definir el propio derecho sobre ella.
- Supone la protección más eficaz ante la vulneración de derechos que podrían causar el fraude o la falsificación.
- Pone una barrera a la competencia que ya no puede traspasar.
- Implica la creación de un activo sobre el que se ejerce un derecho en el presente que persistirá en el futuro.
El registro de una marca comunitaria
Para proteger tus derechos, también fuera de las fronteras nacionales, es preciso proceder al registro de la marca comunitaria. Para hacerlo, es preciso seguir los siguientes pasos:
- Evaluar la idoneidad de la opción. Puede hacerse siguiendo el checklist que proponen en esta web de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Tras este paso debe decidirse si seguir adelante con el registro o no.
- Comprobar la disponibilidad de la marca comunitaria que se quiere registrar. De esta forma se economiza el tiempo y se puede ahorrar una inversión innecesaria. La búsqueda de marcas con el mismo nombre o con denominaciones que podrían entrar en conflicto con la que se quiere registrar puede llevarse a cabo en este enlace.
- Preparar, para presentar junto con la solicitud de registro de marca comunitaria, una representación de la misma, así como una lista que detalle los productos y/o servicios que abarca. Hay que tener en cuenta que, a mayor número de productos y servicios asociados, mayores serán las tasas a abonar. El pago de 850 euros permite escoger una de las 45 categorías aceptadas (se trata de la opción online, la más cómoda y económica. Optar por presentar la solicitud en papel hace ascender la cuantía a 1000 euros). Si se desea ampliar a una más es preciso el abono de 50 euros más aunque, si se quiere constar en tres o más categorías resulta más rentable hacer frente al pago de 150 euros, que otorga ese derecho.
- Decidir si se quiere registrar la marca comunitaria como empresa o como persona física (ya que los datos a presentar son distintos en cada caso.
Qué sucede una vez presentada la solicitud de registro de marca comunitaria
Desde la presentación de la solicitud hasta el momento de su publicación, la instancia de marca comunitaria atraviesa un periodo de examen. Durante este tiempo, se puede proceder a la monitorización de la evolución de la solicitud mediante la herramienta eSearch plus de EUIPO. Tras publicarse en 23 lenguas diferentes, si el proceso concluye con éxito, y pasado el plazo de oposición, un trámite obligatorio; el registro concluirá con la publicación de la marca comunitaria.
A partir de ese momento hay que trabajar la marca, permanecer actualizado y no olvidarse de velar por el cumplimiento de los propios derechos (algo que el sistema de alertas de EUIPO pone muy fácil).