En el mundo de las startups, el equilibrio es la clave del éxito
La sabiduría convencional dice que los empresarios no pueden tener equilibrio entre su vida profesional y su vida personal, que el espíritu empresarial es un todo incluido y la familia del empresario tiene que aceptar que él o ella está jugando un papel secundario a la puesta en marcha de la nueva empresa.
Brad Feld y Amy Bachelor, en su libro Startup Life, rechazan la idea de que cuanto más trabajo, mejor será el resultado. Rechazan que el tiempo pasado en el trabajo importa más que tener una vida plena. Y rechazan la noción de que un empresario debe aplazar su experiencia de una vida plena hasta después de que la empresa haya tenido éxito, sobre todo porque ese día puede que nunca llegue.
Cada empresario se beneficia de tener un lugar en su vida para una relación. La nueva startup es sólo una parte de su vida, pero no su vida entera. Tanto el empresario como su startup serán más exitosos si se tiene una experiencia completa en este mundo terrenal.
La noción histórica de jubilación refuerza la idea de que hemos de trabajar duro hasta el momento en que nos jubilamos, ignorando todo lo demás, y aplazando el disfrute de la vida no laboral hasta más tarde. Pero con las condiciones actuales en las que cada vez se retrasa más la jubilación, puede que ese momento no llegue nunca. El cliché de un hombre de negocios de retirarse a viajar con su pareja y muriendo poco después de la jubilación es triste, pero refuerza el error de retrasar una vida plena.
El espíritu empresarial es muy duro. También lo son las relaciones. De la misma manera que deberían aceptarse los fracasos en las startups, también deberían serlo en las relaciones personales. Nadie es perfecto, y a menudo se cometerán errores. A los empresarios se les dice que el fracaso es mejor que llegue rápido para aprender de él y seguir adelante. Esto no significa que renuncie a su puesta en marcha, pero sí significa no detenerse en el error una vez que haya averiguado por qué sucedió y lo que puede hacer que le vaya mejor la próxima vez. Lo mismo ocurre con las relaciones: el propietario debe aprender de sus errores, y seguir adelante.
La paciencia, el sentido del humor y su disposición a perdonar son cualidades excelentes para cultivar en uno mismo y para animar a su pareja. Van a ser tiempos difíciles en cualquier empresa y en cualquier relación. Tener expectativas altas pero razonables de que su relación va a perdurar es una pieza importante para tener éxito a largo plazo.
La comunicación es el factor más importante en una relación exitosa. Habrá momentos de intenso trabajo que dominan todo lo demás por días, semanas o incluso meses. Es necesario comunicar claramente cuando esto va a pasar. Compartir un compromiso con la pareja es de alta prioridad, ya que será más fácil para adaptarse a los tiempos de trabajo intenso y para ganar más tiempo para los dos cuando se pueda. Si la empresa realmente no tiene ciclos de menor intensidad o se siente que nunca es el momento para tomar una semana de distancia, es un indicador de que se hace necesario adaptar la estructura empresarial para hacer la vida más saludable, tanto para el empresario como para los empleados.