Emprender tu marca personal
A pesar del título, hoy no hablaré de cómo emprender el camino de forjarte una marca personal. Lo haré de cómo escribir un libro sobre ello.
No pretendo hacer una cuña publicitaria sobre ningún libro, sino explicar una historia digna de este blog, una historia de Mentalidad Emprendedora. Hace menos de un año, una alumna mía de Administración de Empresas, me pidió cita para hablar sobre un tema no académico. Mi sorpresa fue descubrir en esta brillante alumna a una profesional que ya estaba de lleno en el mundo del marketing, y que sobre todo, tenía muy claro que necesitaba algo más. Llenaba estos espacios con un fantástico blog en el que hablaba de varias de sus pasiones: autoconocimiento, emprendeduría y marca personal.
Tenía un objetivo y estaba trazando el plan. Y allí entraba yo: quería aprender de mi experiencia escribiendo mi libro, para hacerlo de la manera más eficiente y exitosa. Núria, haciendo gala de un elevadísimo grado de autoconocimiento, era muy consciente de sus puentes fuertes y también de sus limitaciones. Consciente de tener un buen producto y a su vez de la falta de experiencia en proyectos de este tipo. Sabía que el camino podía ser largo, pero que en gran parte dependía de ella, de saber capitalizar las experiencias de otros que ya habían pasado por el mismo camino, y que podían ayudarle a alcanzar su objetivo.
Si algo no tenía Núria era miedo. Me sorprendió esa falta de miedo. En más de una ocasión he hablado sobre el miedo, y su efecto paralizante. No había signo alguno en ella. Tampoco de arrogancia. Si tuviera que definirla, diría que era una seguridad serena la que desprendía. Recuerdo perfectamente que en diversas ocasiones he recomendado a mis clientes de sesiones one-to-one que escriban un libro. Que cuenten su historia. Que empiecen a crear su marca personal. El resultado ha sido nulo. Y la razón siempre la misma: no sé ni por dónde empezar. Jamás induciría a nadie a escribir un libro si no tuviera claro que tienen algo que contar. Pero el miedo les paralizaba. Afrontaban el proyecto de escribir un libro y la propia frase les paralizaba.
Núria, serenamente segura, había seguido el manual: divide y vencerás. No le asustaba el proyecto, pero no se enfrentó a él sin antes trocearlo hasta que tuviera un tamaño digerible. Primero un borrador. Después feedback de algunas personas con experiencia. Ya con el manuscrito era sólo cuestión de buscar editor. El resto ya vendría solo.
Tuve el honor de ser de las primeras personas que leí el borrador original, y no tuve duda de que estaba delante de un futuro libro. Bien escrito, fresco, directo.
Con constancia y manteniendo siempre con una mirada en el objetivo, Núria iba avanzando con ritmo seguro hacia la publicación de su primer libro. Y digo su primer libro, porque no me queda duda de que esto sólo ha hecho que empezar.
Les invito a disfrutar del sensacional resultado de una mentalidad emprendedora: Emprender tu marca personal.