Las 4 competencias personales mejor valoradas en el mercado
¿Crees que todas las competencias personales tienen el mismo valor en el terreno profesional? ¿Eres de los que aún piensa que las empresas no priorizan algunas de ellas en los procesos de selección? Pues bien, has llegado al post indicado: te demostraremos por qué sí existe tal diferencia y cómo sacarle provecho.
Competencias personales: diferencias y prioridades
A veces tener un buen currículum no es garantía de éxito en el terreno laboral, o al menos no si de lo que se trata es de buscar nuevas opciones de empleo y escalar hasta alcanzar los objetivos profesionales que nos hayamos trazado.
Hacen falta, además de títulos y certificados de formación y desempeño, competencias personales que trasciendan el campo en el que te desenvuelves; es decir, elementos que cualquier persona pueda aplicar en su día a día, al margen de cuál sea la empresa para la que trabaja o el área del comercio donde se desenvuelva como profesional.
Veámoslo con un sencillo ejemplo: mientras un escultor necesita saber las técnicas de su arte, el economista debe estar al tanto de lo que sucede en el contexto financiero donde opera. Ninguno de los dos necesita los conocimientos técnicos del otro, pues de poco les servirían para obtener sus respectivos resultados.
No pasa lo mismo con competencias como el compromiso, la gestión del tiempo o el sentido de la responsabilidad, las cuales son necesarias tanto para el economista como para el escultor. De ese tipo de competencias personales es que estamos hablando.
Competencias personales que marcan diferencia
Pero vayamos directo a lo que nos ocupa: las competencias personales —y trasversales, como ya hemos visto— que mejor se valoran en el mercado laboral actual, que no es, ni mucho menos, igual que el de hace 10 o 20 años. ¿Se te ocurre alguna en particular?
1. Comunicación interpersonal:
Las personas no son islas. Están en un contexto en el que interactúan con sus semejantes. Sea cual sea la profesión que ejerzas y el cargo que desempeñes, haz un uso eficaz de la comunicación interpersonal: te ayudará a establecer buenas relaciones, aumentará tus niveles de autocrítica y empatía y, en últimas, te hará una persona más abierta y receptiva hacia su medio.
2. Toma de decisiones:
Las empresas valoran la capacidad de ciertos candidatos a la hora de decidir qué caminos tomar durante la ejecución de sus labores. Prefieren a aquellas que inspiren claridad, agilidad y visión a largo plazo. ¿Estás dentro de ese grupo?
3. Responsabilidad:
¿Alguna empresa querría contratar a alguien irresponsable, que no asuma sus labores y se pase por alto sus horarios y tareas? No, claro que no. El sentido de responsabilidad aplica en todos los campos y disciplinas, y habla de la capacidad de cada persona para atender sus compromisos según una serie de normas o requerimientos. Ser responsable es hacernos cargo de lo que hemos asumido.
4. Desarrollo de tareas bajo presión:
El ritmo laboral actual nos da poco respiro. Constantemente planeta retos a los que debemos responder con solvencia, rapidez y eficacia. Las personas mejor entrenadas para ello serán las primeras que ficharán algunas empresas, sobre todo aquellas que requieran personal ágil y resolutivo.
Repasa una y otra vez la lista que acabamos ofrecerte con varias de las competencias personales mejor valoradas en el actual contexto laboral y profesional. Ahora mírate a un espejo y hazte la siguiente pregunta: ¿cuántas de ellas tienes y qué deberías hacer para adquirir aquellas de las que careces para tu éxito profesional?